ACEPTO LA APUESTA CON "PHOTOSNACK"
Los libros “flipping” de PhotoSnack son impresionantes.
Pensando en mis lectores, me metiché (pretérito indefinido del verbo metichar), con PhotoSnack pues al ver cómo quedaban mis libros, quedé estupefacto en el acto. Lo mismo me dijeron todos a quienes les pregunté. ¿Quién no se va a sentir alucinado al leer un libro en semejante formato?: Hojas grandes, cuadros coloridos de fácil lectura, fotos que aclaran los contenidos, manera sencilla de revisar el orden lógico de la exposición, sopesar de antemano cuantas hojas hay que tragarse, etc. ¡Hasta el ruido de las páginas se escucha! Creo que es la mejor manera que he encontrado, para acercarme a mis lectores. Desafortunadamente, parece que ni así me leen. El hecho que no hayan comentarios en “PhotoSnack” sobre mis libros (que casi tampoco los hay en las otras páginas donde están mis obras, como “Scribd”), muestra que es posible que los bolivianitos y bolivianitas (no las gemas), no los lean.
El ambiente boliviano, en el cual se mueve PhotoSnack
Y esto me lleva a un comentario sobre PhotoSnack. ¿Alguien va a discutirlo?: Es un herramienta de primera, pero que no está pensado en usuarios (como lo es Wikipedia o mi blog), sino en posibles clientes individuales, ya que su obra quedará ligada a PhotoSnack, pero no aparecerá en la WEB.
Jo, jo. Sí, ¡pero qué instrumento!
Hablemos un poco sobre esto. Hasta donde entiendo, PhotoSnack está básicamente pensado para subir fotos, no libros. Pero me metí con este sector porque es gratis, al menos en el nivel en el que participo. Acá viene al caso unas palabras sobre la piratería. Con las debidas disculpas a Don Bill Gates y otros empresarios, este tipo de pillaje es una gran bendición para los bolivianos, como antes lo fue para los ingleses. Con una diferencia: Casi la totalidad de mis compatriotas citadinos, tienen en su computadora las últimas versiones piratas de Photoshop, Windows, PhotoStudio, el Adobe Page Maker, etc. y, hasta hace poco, la mejor música del mundo, como la de Frank Zappa. Lo de malo es que pocos saben qué hacer con dichos tesoros. Con estas cifras de usuarios, siempre crecientes, se podría esperar que gracias a esta “modalidad” y al Internet, por lo menos podríamos diseñar el estado del arte de un tema u otro, que atinja a nuestro país o al continente, tal como lo hacen los franceses, los chinos o los brasileros, que siempre tienen una alternativa para apoderarse de nuestras riquezas naturales. Pero no. Lo más usado en Bolivia, es el e.correo, los mensajes, los chismes y la pornografía. ¿Estupidez humana o política ideológica planificada? Parece que hay un poco de ambas.
El miedo a la libertad
Pasemos. PhotoSnack es más para fotos, mismas que, si bien pueden tener un mensaje, no son lo central en ellas, como es el caso de los libros. Por lo demás sino tienes acceso al url del que las publicó, nunca las verás. Ahora bien, a algunos gobernantes de algunos países de América Latina, desacostumbrados desde chiquitos a confrontar ideas, se han puesto a temblar ante la libertad de opinión, que es justamente las aguas en las que los citadinos nos hemos formado y siempre vivido. Somos occidentales, ¡qué caray! y ansiosos por constituir una sociedad respetuosa de la dignidad humana, con los demás. ¿Qué pasaría si el día de mañana a alguno de estos jóvenes o a sus amigos, se les ocurre boicotear mi blog? Lo primero: Dejaría colgando a mis lectores, y esto no pude pasar. Debo prever. El acceder a PhotoSnack, de hecho, me cuesta mis derechos de autor, sin embargo los mismos, hace rato que los rifé, regalando mis libros en las calles de La Paz y en mi blog. Puestas en una balanza, las circunstancias y las consecuencias, creo que es la mejor decisión. Por lo tanto, acepto la apuesta con PhotoSnack.
