¿PUEDE UN CURRÍCULUM SER OBLIGATORIO?
¿SE ACUERDAN?
En una anterior entrada publicamos un carta bien chistosa, que indicaba que "la Resolución Ministerial Nº 066/2012 [permitirá] el funcionamiento de veintidós carreras Técnicas-Tecnológicas [que deberán] ser incorporadas obligatoriamente [...]”.
Haciendo un paralelismo: Ningún dios dice: ¡hágase la luz, inexcusáblemente! Simplemente tenía que pensarlo. Eso era todo.
Pues bien, a los dioses, al igual que a los Estados, sólo les basta pensar en algo, para que ese algo exista. No conocen el miedo ni de errar ni de ser desobedecidos. Sólo los ídolos de barro, necesitan aclarar su orden.
Desde este punto de vista - ¿lo comprenden? - tal parece que nuestra educación técnica está en en manos de una DGESTTLA, miedosa y limitada. ¡Ay tatituy!
¿POR QUÉ TANTO MIEDO?
Para contestar a esta pregunta, recordemos un anterior post sobre el Instituto Tecnológico de Tupiza. En ella enfatizábamos dos aspectos:
Ahora bien, si enfocamos la educación desde el punto de vista del empirismo sociológico (siempre de moda en Bolivia), entonces el Estado debería reproducir ambos "hechos sociales" tupiceños" - ineludibles como las nubes - para reproducirse a sí mismo. Pero como el Ministerio de Educación no ha realizado el respectivo "diagnóstico de necesidades", desconoce su existencia. De tenerlo, hubiera podido elaborar un buen currículum y no ese mamotreto inservible, llamado "Bases...".
Ahí nace su miedo: De la ignorancia. Miedo a la gente, a la creatividad de los estudiantes, a la actitud decidida de sus autoridades. Y no es que el Instituto haya alguna vez intentado desobedecer. ¡Ni de lejos! Desde chiquitito siempre ha sido así. Y si nació en 1.979, tal vez fue porque esa era la dirección social regional.
No es el primer gobierno que tiembla ante los "hechos sociales" tupiceños, pero es el primero que lo expresa abiertamente.
- El trabajo del Instituto, es parte de una larga "tradición chicheña" y
- La presencia de una "mística regional por el trabajo", también presente en directivos, docentes, estudiantes y administrativos.
Ahora bien, si enfocamos la educación desde el punto de vista del empirismo sociológico (siempre de moda en Bolivia), entonces el Estado debería reproducir ambos "hechos sociales" tupiceños" - ineludibles como las nubes - para reproducirse a sí mismo. Pero como el Ministerio de Educación no ha realizado el respectivo "diagnóstico de necesidades", desconoce su existencia. De tenerlo, hubiera podido elaborar un buen currículum y no ese mamotreto inservible, llamado "Bases...".
Ahí nace su miedo: De la ignorancia. Miedo a la gente, a la creatividad de los estudiantes, a la actitud decidida de sus autoridades. Y no es que el Instituto haya alguna vez intentado desobedecer. ¡Ni de lejos! Desde chiquitito siempre ha sido así. Y si nació en 1.979, tal vez fue porque esa era la dirección social regional.
No es el primer gobierno que tiembla ante los "hechos sociales" tupiceños, pero es el primero que lo expresa abiertamente.