21 de julio de 2016

LA EXPOSICIÓN DE MARIO CONDE

En cuanto entras a la exposición, lo primero que te llama la atención es la pulcritud con que están distribuidas las obras. Luego te das cuenta que el mismo comentario vale para los colores.

Casa Municipal de Culturas de La Paz

Entrando en materia. La exposición tal vez se la podría entender como divida en tres grandes temáticas: Una crítica (ética), otra ideográfica (estética) y una última arquitectónica.

LA PARTE CRÍTICA

Una de las más representativas es S/T (sin título), que llamaremos ST1, y que bien podría llamarse: “En el fondo somos iguales”. El cuadro denuncia el similar origen estético de los trajes, tanto del maniquí como el de la mujer.

Mario Conde expone más de treinta obras

Uno otro, el S/T 2, cuestiona las conductas sociales paceñas: que se podría traducir así: "¿Cómo podrías confiar en una mujer que piensa como víbora, que tiene como centro de su ser una otra y que lleva una mariposa multicolor entre las piernas?"
 Si bien el tema es recurrente en las charlas entre amigos, otra cosa es “verlo”.

El cuadro se llama ST

Este ST3, impresiona por el conocimiento profundo que tiene el autor sobre el alma del sexo bello: "Dentro de toda hermosa joven mujer hay siempre un gato que ronronea y que ve lo que tú nunca podrás ver" (y que es justo donde tropezamos).

Ell autor dio permiso a que se tomen fotografías

En ST4, está representada la “virgen del Carmen”, que a pesar de llevar la naturaleza en el corazón, es obligada a cargar, por obra y gracia de sus devotos, un sombrero de animales muertos. Su contenido sexual es evitado, convirtiendo el tema en uno eclesiástico, puesto que se representa al cuerpo como “bulto”. Al lado coloco su rostro en primer plano, para que Ud. aprecie la mueca de angustia dibujada en el rostro.

Sólo una buena cámara fotográfica podría captar la belleza del original

SUS OBRAS IDEOGRÁFICAS.


Tres de sus retratos cargan un fondo que es a la vez sobrio y elegante, a pesar del uso de colores chillones. Los rostros son sencillos pero no nos engañemos: Acabamos de conocer el pensamiento ético del autor y, gracias a sus enunciados, ya sabemos que lo único que podemos ver son las caras… La prueba está en el talante que muestra la cara sin piel: Es la misma cara que vemos todos los días, pero en su capa de grasa.


EL DEAMBULAR DEL AUTOR POR LA ARQUITECTURA.

Podría ser que esta “composición” - muy vistosa por estar en formato grande - esté estacionada a medio camino entre la denuncia y el descubrimiento: La manera en la cual  los paceños y paceñas hemos construido la ocupación del espacio de la ciudad.

Tiahuanco en la parte inferior y superior del cuadro

En efecto, cuando deseamos enviar una postal representativa de Bolivia a algún conocido o pariente que vive en el exterior, siempre será un “indiecito” o una “llamita” o la “puerta del sol”. Pero estos símbolos no corresponden a la “cultura boliviana”, sino que es una ajena de la que Bolivia se ha apropiado sin citar derechos de autor. En este sentido con esta obra, Mario Conde desliza la idea que Tiahuanaco podría ser el patrón cultural paceño de ocupación y representación del espacio paceño. Una especie de “arquetipo colectivo” que inunda desde el inconsciente, nuestro ser. La prueba más flagrante sería la UMSA, pero también podría estar en el Mercado Lanza.

Lea más sobre la arquitectura del mercado lanza.








Lo mismo se puede decir de sus “otras composiciones”, que son estudios sobre el mismo tema y que nos recuerdan, de alguna manera, nuestras calles y edificios. En fin, existe un alma arquitectónica paceña y, siguiendo a Conde, es necesario descubrirla.


Para terminar, Mario también se arrastra por el gran tema que "mata" a los paceños y paceñas: El Illimani. Este el del autor.

Una lejana nube que oscurece l horizonte y el nevado
dan la oportunidad al autor de lucirse.

CON USTEDES: EL AUTOR

20 de julio de 2016

QUINTETO RUPHAY EN EL TEATRO MUNICIPAL DE LA PAZ

El Quinteto Ruphay se presentó anoche en el Teatro Municipal, ante un MUY reducido público. 
Estimo que quienes fuimos, fue para evocar al gran grupo musical que a fines de los sesenta, buscaba, más que profesionalismo, perfección. 
¡Por eso gritábamos de alegría, cuando actuaban en la Galería Naira!


El espectáculo estuvo divido en dos bloques. El primero en el que se evocaron las canciones viejitas y el segundo con las nuevas composiciones.






En la primera parte pudimos escuchar las obras de su primer LP "Folk Music of Bolivia". (¡qué nombrecito!)












En la segunda, las obras de su último lanzamiento "Pachakuti".













Las primeras canciones eran las más esperadas por un sector del público (los sesentones). Pero ¡oh sorpresa!: estaban mal aprendidas y se las escucharon forzadas cuando no desorejadas.
¡Eso no el era Ruphay que habíamos amado y que, a veces, llegaba a La Paz!


Las de la segunda parte, estaban mejor ensayadas pero, a pesar del evidente esfuerzo por copiarse a sí mismos, los arreglos lucían alejados y con olor a refrito. 
Hasta donde entendemos - que no es mucho - el grupo original en 1969, se asemejaba a la soledad de la pampa en forma y contenido. De hecho, ella había inspirado sus más bellas interpretaciones.


Pero, y aquí viene lo interesante, lo que sí se notó, y fuertemente, es la impronta ideológica actual de Ruphay. 

Empecemos por refutar algo. Para Guimer Zambrana S.: "[en 1.969] los habitantes de las ciudades intentaban detener lo indetenible. A fuerza de quenas, zampoñas y charangos, Los Jairas y la Peña Naira llevaban adelante su propia revolución, la cultural, ésa que acompaña o es consecuencia de todos los grandes cambios sociales y políticos". 



Na' que ver. Después de la derrota de la Guerrilla en Ñancahuasú (1.967), poco a poco se fue definiendo la identidad cultural de la lucha por la "Liberación Nacional". 


Segundo, la presencia de la cultura hippie en nuestro medio, que cuajó tanto como boom rockero como en la onda que se inició en la UMSA, de vestir con pochos - tanto hombres como mujeres - confeccionados ya sea con lana de llama o de alpaca, para reflejar con nuestra conducta nuestra manera de pensar. Pero también el uso de bolsas de bayeta para cargar nuestros bártulos estudiantiles.
Tercero, el cantor más querido de la guerrilla de Teoponte (julio de 1970), Benjo Cruz, usaba poncho.
Cuarto, evidentemente la lucha por la "Liberación Nacional" era más clara y decidida que la de los "indianistas" llamada también en ese entonces, la "tercera opción".

¿A qué viene todo esto?
Los paceños y paceñas estamos convencido que el actual "proceso de cambio", que Ruphay parece defender a capa y espada, es justamente una traición a las ideas "indianistas" e "indigenistas". 









Por último, hablemos algo sobre la presentación de los grupos de baile. Se anunciaron tres: Sayari, Nueva Esperanza y Sendas Bolivianas, pero vimos dos. Y, como no había programa, no sabemos cuáles bailaron en realidad. Lo que sí, es que la danza estuvo plagada de improvisaciones y equivocaciones que desmerecieron el concierto.

Punto aparte para el Grupo Aymara, que actúo con entusiasmo desde el fondo del escenario, pero que no se los escuchó.

17 de julio de 2016

CHARLA EN LA ESCUELA DE AUXILIARES DE DOCENCIA

El sabado 9 nos reunimos con la muchachada de la poderosa Escuela. El tema: Grupos Operativos en la educación. 
¡Viva Enrique Pichon-Rivière.


2 de julio de 2016

CRITICA A LA SECRETARIA GENERAL DE LA UMSA

Tardó, pero ya está acá:

"LA CRITICA AL DOCUMENTO DE LA SECRETARÍA GENERAL DE LA UMSA"



Por fin el análisis del documento que publicó la Secretaría General el año pasado. Viene ¡picante!, poco apto para los amantes de Debussi.

JORGE DÁVALOS: ESTÉTICA DEL ELEMENTO CÁRNICO

En un ambiente pictórico raro y semioscuro, el gris y el rojo sucios se mezclan con trozos de carne, de grasas, de caras y de cuerpos despar...