ajo el nombre de "9no. Encuentro Plurinacional de Investigación e Innovación en los Institutos técnicos y Tecnológicos" se efectuó en La Paz, los días 22 y 23 de septiembre, una gran exposición que atrajo la mirada de su empedernido bloguero. A continuación les presento una serie de reportajes que realicé, en aquellos stands que me parecieron interesantes. Espero que, a través de ellos, nuestros estimados seguidores pudan percibir de qué color son los girasoles que se ventean en la educación técnica boliviana. En una futura entrada haré un comentario sobre este sabroso "encuentro".
Maquina rectificadora de válvulas
Estudiantes: Hnos. Antonio y José María Antequera
Este par de hermanitos están decididos a establecer su propia
empresa. Para ello han empezado por diseñar dos equipos - una rectificadora y una bruñidora - que les
ayudarán a aminorar el tiempo de permanencia de un vehículo en
su futuro taller.
La rectificadora les permitirá reparar aquellas piezas relacionadas con la conservación de la
presión dentro de los motores. Fue construido teniendo a la vista un diseño inicial y la experiencia de un prototipo que alguna vez se hizo. Toda la rectificadora ha sido construida en el Instituto, con piezas recicladas. Estiman que el costo fue de unos 2.200
Bs.
Por su parte la bruñidora, sirve para pulir el interior de los cilindros, con una tolerancia de hasta 0,002 mm. Como estos espacios de los motores, siempre tienen asperezas por el uso, necesitan ser alisadas y Antonio y José María, han construido un brazo mecánico que realiza el trabajo.
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La rectificadora |
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Antonio y Jose María, Antequera |
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La bruñidora |
Prototipo para la producción de bioetanol
Estudiantes: Sandra Sano y Paul Huayta
Estos entusiastas compañeros empiezan su relato con un algo de socarronería: El bioetanol, además
de consumirse en las fiestas, es también un combustible que presta gran
ayuda. Y con el propósito de producirlo, han diseñado y construido un equipo para destilarlo, a
partir de la fermentación de cítricos, en este caso naranjas. Las frutas las consiguieron ya algo fermentadas, del Mercado Rodríguez. Si bien los mejores resultados se obtienen de aquellas
que llevan descomponiéndose de 2 meses a dos años, el Mercado no da para tanto. Los jugos que se producen en esta corrupción, chorrean por la parte inferior, hasta el tanque negro - situado a la derecha de Sandra - para luego pasar a un calentador que los calientan hasta los 80 ° Centígrados - fíjese en los tubos a la izquierda de Paul - de donde saltan a una columna de destilación que separa los líquidos (principalmente agua) - que chorrean por la parte inferior - escapando los
gases de bioetanol por la parte de arriba. Estos son atrapados, continuando la secuencia, por un destilador,
enfriado por agua. El etanol destilado se colecta en ese precioso recipiente de bonete naranja que se ve en la parte inferior derecha.
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Sandra Sano y Paul Huayta |
Peladora de papas
Estudiantes: Alfredo Mamani y Ronald Quispe
Alfredo y Ronald decidieron aprovechar la fuerza centrífuga
y la fuerza de roce producidas al interior de un cilindro de acero inoxidable y forrado con lija orgánica, para así poder pelar las papas por abrasión. Es posible que el ejemplo materno tenga algo que ver en esta elección. El equipo tiene una capacidad de veinte kg y utiliza un motor monofásico de ¾ hP. El proceso utiliza treinta litros de
agua/ciclo y tarda tres minutos. Estiman que el costo asciende a unos 7000 Bs,
que incluye el equipo y la mano de obra.
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Alfredo Mamani y Ronald Quispe |
Apantallador, en reemplazo de manguitos exotérmicos
Estudiantes: Vicente Huaranca y Brandon Zamorano.
El
objetivo que buscan estos muchachos, practicantes de la viejísima faena de la
fundición, es la misma de siempre: Evitar que las piezas fundidas acaben
con rechupes y porosidades. Y cuando decimos "de toda la vida", nos referimos a que
los procesos de fundición ya se practicaban acá en nuestro Altiplano, desde hace unos 2.000 años
ane. Pues bien, estos jóvenes han elaborado dos dispositivos: un manguito (un pequeño cilindro) y un
apantallador (una pantalla).
Ambos están hechos de grafito, arena, melaza, harina de trigo y
agua que, luego de moldeados, se lo prensan para luego dejarlos a secar. El
manguito, una vez listo, se lo inserta en el molde, para permitir
que el metal fluya (en este caso se hizo una demostración con aluminio). El segundo, el pantallador, se lo coloca al final del proceso, sobre la boca de salida de
gases, para que el enfriamiento de la pieza no sufra violentos cambios de
temperatura.
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Vicente Huaranca y Brandon Zamorano con la pieza fundida en la mano. |
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Hace 2000 ane), años ya se practicaba la fundición de bronce
en Tiahunaco |
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El manguito (abajo), y el apantallador |
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El apantallador, cubriendo la salida. |
Rectificador de block de cilindros
Estudiantes: Rodrigo Silvera y Román Aramayo
Estos
jóvenes han fabricado un equipo con características industriales. Se puede observar que el famoso "rectificador" es en realidad, una cuchilla de bronce que se mueve arriba y abajo, ayudado por
una guía y un motor de 2 hP. Terminado el proceso de rectificación,
el block pasará al proceso de bruñido, hasta que quede liso y brillante como un
espejo. La mesa se mueve tanto longitudinal como transversalmente, accionados por los respectivos volantes. El tornillo de acero sin fin, inicialmente fue una
pieza de fierro, al que ellos la tornearon para fabricarle la rosca.
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El rectificador |
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Rodrigo Silvera y Román Aramayo
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