La
historia del currículum en Bolivia es la historia de la sumisión que los(as) bolivianos(as) no hemos hecho con mano
propia.
Es la pugna entre dos concepciones curriculares, entre dos concepciones
civilizatorias: La francesa y la yanqui. Aquella obra del Ministro de Instrucción
Daniel Sánchez Bustamante, que contrató a la Misión Rouma (1904) y la segunda
del Presidente Gral. Enrique Peñaranda, que aceptó los convenios con la Misión
Bohan (1942).
El
funcionalismo estadounidense, concibe al currículum, como un instrumento, mitad social y
mitad estatal, destinado a resolver los problemas sociales, detectados a través
de un “diagnóstico de necesidades”. Está muy arraigado en la Facultad de Medicina de la UMSA y en el primer documento de la Escuela Industrial de la Nación Pedro Domingo Murillo.
La otra posición, ligada al empirismo francés, está muy arraigada en las “escuelas normales”, lo subraya como una de las grandes tareas sociales del estado (su "más alta misión"), y la separa de las meramente educativas, más ligadas al diseño y manejo de planes y programas. Según esta línea, son innecesarios los "diagnósticos de necesidades", pues.en la ley educativa ya están especificados todos.
La otra posición, ligada al empirismo francés, está muy arraigada en las “escuelas normales”, lo subraya como una de las grandes tareas sociales del estado (su "más alta misión"), y la separa de las meramente educativas, más ligadas al diseño y manejo de planes y programas. Según esta línea, son innecesarios los "diagnósticos de necesidades", pues.en la ley educativa ya están especificados todos.
Al
medio, debatiéndose en la ignorancia de sus hijos e hijas, el Estado
Plurinacional de Bolivia, que no podrá salir adelante mientras no las discuta para entenderlas.
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