31 de octubre de 2017

TODOS SANTOS


Este año los muertos retornan en patota. Eso hacen las almas cuando llega su día: El de "todos santos". No se trata del regreso de don fulanito y doña sutanita, sino que se trata del ¡regreso de todos y todas! Si, en gran marcha, que llena las ciudades y los campos.

Por ejemplo el retorno de mi abuelo: Aureio Alcoba, potosino, artesano y liberal que vivió en esa ciudad, a principios del Siglo XX. En ese momento, el liberalismo y el Presidente Montes habían penetrado profundamente en el corazón de los(as) potocos(as), gracias a la construcción de un gran ferrocarril, signo inequívoco de "progreso". Pero la estación necesitaba una enorme avenida de acceso cuya apertura se volvió una cuestión de honor para la ciudad y los más audaces se trasladaron a vivir a los extramuros de la Ciudad, para fundar la Gran Avenida Villazón (ver foto), la más ancha en ese entonces. 


La avenida Villazón
La casa que construyó mi abuelo tenía dos patios, árboles frutales y mucho sol para cobijar a tantas generaciones que allí vivieron: Mis abuelos Aurelio y Mauricia, su hija Angélica y su esposo Andrés y por último, la familia de mi padre.
Estas circunstancias rodearon el nacimiento y vida de mi padre: Aurelio Alcoba, también artesano, pero izquierdista. 






















Pero también entre la multitud, veo que regresa mi madre Luz Arias, junto a toda sus familia a la que muy poco conocí. Mi abuelo materno José Arias, decidió construir su casa en la Calle Nicolás Acosta en San Pedro, también a principios del Siglo XX. Pero la vida en la Ciudad de La Paz estaba más bien signada por el temor a que el lider Zarate Willca regrese a cobrarse la terrible traición que sufrió por parte del Presidente Pando. Por ello, se consideraba poco saludable construir justo en los extramuros de la ciudad, por lo que el avance de los barrios era lento. 







En esa casa, vivió mi 
abuela María Atristaín
que se casó con José Arias, mi desconocido abuelo, del que se que era médico y que atendía a sus pacientes a caballo. Muy pronto dejó en la orfandad a mi madre, que se crió con mi tía Carmen. Hasta donde alcanzo a comprender, la casa era muy visitada por otra familia cercana y querida: Los Salmón. A ella pertenecía mi tío Evio.














La abuela María tuvo dos hijas: María y Carmen. En la foto de  al lado aparece también mi tío Evio, que tuvo la delicadeza de enseñarme, cuando aún era niño, el olor de la coca y de la fruta fresca de los Yungas.

















Y así llegamos a mis padres: Aurelio y Luz, que vienen abrazados, chequeando en qué andan las cosas. Mi padre sigue escandalizado por el hecho de que las grandes ideas del "socialismo" y la "liberación nacional" por las cuales tanto luchó, hayan quedado demodadas. Con sus manos grandes, igual que las de mi abuelo, me llama a su lado, para darme su 
tierno gran abrazo.
Por su lado mi madre, mas comprensiva de la situación, me mira con su ojos infinitos que tanta paz me han traído siempre. ¿Para qué las palabras? Sabemos cuánto nos queremos. Sabe cuánto su "gato-perro" la quiere.





Mi prime Elba también llega, con su pícara mirada de Vásquez Alcoba.



Y mi amiga Patty Zurita, regresa bella y llena de alegría.







Y mi gran amigo Yuri Cerezo, esposo de Patty, que siempre fue un gran amigo y compañero.






También llega, presurosa y atareada, Doña Gaby de Urzagaste, la cariñosa abuelita de Rodrigo, siempre encontrando algo en qué ayudar a los demás.

Y desde la Tierra de los Cárpatos, llega Cornel Stanescu, feliz por haber compuesto una nueva canción.

30 de octubre de 2017

APOYAN LAS IMPUGNACIONES DE APIN

Los compañeros y compañeras docentes que participan de la Célula Sindical Tecnológico "Jose Luis San Juan García" de Tupiza, nos han hecho llegar una copia de su carta a las autoridades educativas, en la cual expresan su apoyo a las impugnaciones que APIN viene gestionando. A continuación, la carta:



13 de octubre de 2017

SALAS, SUAREZ, MAVRICH Y TREPP

Queridos amigos(as) rockeros(as) de pelo blanco y próstata grande - y/o pelo teñido: Acabo de ser testigo de algo que no creía que pudiese ser posible: Asistir a un concierto de Emerson, Lake y Palmer en vivo, de la mano de músicos tan preparados y experimentados como son: Giovanno Salas, Nicolás Suarez, Nicolás Mavrich y Alexis Trepp. En este caso, vimos y escuchamos “Cuadros en una exposición”, una adaptación de la obra de Mussorgsky. 

El sonido es algo que se debe destacar: Todos los instrumentos se escuchaban con claridad. Y ya que hablamos de interpretación, es evidente que un concierto como este, que exige tanta coordinación, sólo era posible luego de largas y duras sesiones de ensayo. Y eso nos ofrecieron. 


El tecladista, Nicolás, moviéndose de un teclado a otro, para brindarnos, en lo posible, el sonido original. El baterista, trabajando denodadamente para que los “cueros” suenen en orden y al compás: No ahorró ni una semifusa, para contentarnos a todos. 

El bajo, la mayoría de las veces persistente y monótono en el original, corría el riesgo de hacerse tedioso de la mano de un inexperto. Pero no, la técnica de Giovanno superó el reto, ya sea con su guitarra negra o la blanca y al último, con su bajo acústico con cabeza Fender, que se lució en las últimas interpretaciones. Ni que decir de las entradas del guitarrista, el otro Nicolás, sereno y certero en la ejecución.

Cómo es posible, me preguntaba cuando tenía diez y siete años, que un grupo pueda tocar así y hoy al verlos me volvía a preguntar lo mismo. Especialmente al ver la coordinación de Nicolás y Alexis, empezando con los “Paseítos” o al ejecutar la canción el “Gnomo”: ¡Bárbaros!
Rockeros serios, interpretando canciones de manera seria para un público serio, de cabeza blanca (o teñida en el caso de nuestras compañeritas), y que se dieron de bruces con EL concierto. No queda otra que agradecer el esfuerzo que han depuesto los músicos para hacernos vibrar de alegría y de vitalidad.

JORGE DÁVALOS: ESTÉTICA DEL ELEMENTO CÁRNICO

En un ambiente pictórico raro y semioscuro, el gris y el rojo sucios se mezclan con trozos de carne, de grasas, de caras y de cuerpos despar...