2 de marzo de 2018

UNA AVENTURA EN LA PLAZA VILLARROEL





¿Cómo no recordar la hermosa Plaza Villarroel?



El Museo de la Revolución
Unos jugaron en sus jardines y espacios; otros, más bien, buscaron cobijo en su arquitectura de piedra y cemento, para estudiar con denuedo el ABC del marxismo y así acabar con la injusticia. Tiranos, nunca nos faltaron: Barrientos, Banzer, García Mesa, etc.

Pero también actuaba silenciosamente en nuestros tiernos corazones, su arquitectura de granito. En efecto, penetraba y corroboraba nuestro sueño por una gran Revolución Socialista. Soñábamos con ser parte de las nuevas y grandiosas milicias proletarias.

Mural mostrando a los fabriles

De construir, al fin, una “victoria nacional” socialista.

Mural dedicado a la alianza entre milicianos, campesinos y obreros

Junto a nuestros compañeros fabriles y hermanos campesinos, aunque de estos últimos no sabíamos mucho.

También el pasado incaico apoyaba la Revolución

Conozcamos más de cerca, nuestro rincón de estudio, visto por delante y por detrás:

Aquí leíamos

Visto desde atrás




























Estos murales que vemos desde la parte de atrás, fueron testigos de nuestros denuedos.






Pero, ¡horror!, nuestros desventurados antepasados, hoy lucen medio borrosos. Tal parece que nos gritan: ¡Cuates, ya todo pasó!


Toda la Plaza ha recibido mantenimiento, menos este rincón

¿Que significan estos signos?

Efectivamente, alguien ha pintado grafitis encima que son, con toda seguridad, más importantes para él: Con su obra, ha renovado las antiguas verdades.
¡Ni vuelta que dar!

Pero apreciemos amigos y amigas la moderna Plaza Villarroel: Amplia, con sus cuatro esquinas ensanchadas y un moderno teleférico en una esquina.

Una panorámica

Para no perturbar la Plaza se diseño la estación del teleférico, a desnivel.

Con su moderna arquitectura.

El ingreso

Incluso ya no se llama la “Plaza de la Revolución” (MNR), ni monumento a “Alí Baba y los cuarenta ladrones” (PIR), ni  "Campo de Marte” (Banzer), ahora luce otro nombre:


Y como al aire poco le importa quién lo respira, ahora sopla en otra dirección.

¿Tal vez en dirección de Villa Copacabana y San Antonio?

Al frente, Villa Copabana. A la derecha San Antonio

¿O tal vez de Villa Fátima?

La subida que da acceso a Villa Fátima

¿O en dirección de la Avenida Busch?

Tal vez esta vista es lo mejor que tiene la Plaza

La Plaza muestra un cuidado primoroso por la arquitectura. Por ejemplo, se ha diseñado una moderna estación a desnivel y para colmo de las viejas generaciones amantes del granito, llena de flores y jardines. 

Una hoja de coca

Arabescos

Con seguridad que bajo sus arabescos, descansan en paz los actos heroicos de Villa Victoria y de Laikakota. Pero ¿alguien se acuerda de ellos?

Los jóvenes, esos seres humanos que ya no conocemos

Sin embargo parece que los viejitos de corazón, siguen suspirando por las viejas consignas de la izquierda: Liberación Nacional, Industrialización, Reforma educacional, hoy traducidos como “Vivir bien”, “Nacionalización” o “Proyectos Educativos Comunitarios y Productivos”. 

Pregunto: ¿Serán una copia de lo que planteaba la Revolución de 1.952 o de las consignas de los Excombatientes de la Guerra del Chaco? 

Todo lleva a pensar que los abuelos no quieren que sus nietos y nietas les olviden, por eso se han tomado el poder.

Reforma Agraria 1953 - Nacionalización de las Minas 1952 - Reforma Educacional 1955

El secreto de estos sueños actuales es que, evidentemente, nunca fueron nuevos y que, justo por esa razón, no pueden florecer.

El reloj de la Plaza Murillo

¡No importa! Al margen de la tremenda historia que nos gastamos, la Ciudad de La Paz, sigue imperturbable hacia un futuro imparable: Ser moderna a cualquier precio.

Desde lo más profundo de nuestro inconsciente paceño: Soñar con la modernidad

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