6 de diciembre de 2013

FRANK ZAPPA: DESEMPOLVANDO SU MARAVILLOSO RECUERDO

El estadounidense Frank Zappa (1.940 – 1.993),  fue un músico serio. Un compositor de gran espontaneidad. Un creador, en el sentido pleno de la palabra. Posee una extensa obra, enmarcada en ideas musicales, que pueden ser conceptualizadas como virtuosas. Y si gracias a ellas logró atraer a su lado a músicos de renombre mundial también nosotros pudimos gozar de composiciones como "Los Caminos del Inca" o “Transylvania Boogie”. Este última, una prueba clara de sus esfuerzos por entender la música de la zona rumana, antes de componer el tema. (Entre paréntesis, el nombre de la región de la bella Rumanía no es Transylvania sino Transilvania). En esta canción, como en muchas, la música simplemente chorrea, plena de diversidad de fórmulas melódicas, de combinaciones de timbres y de ritmos que, cuando logras comprenderlas, te sientes parte de su universo.

Foto del "Sandwich de pipi quemado".
Con mis amigos no nos cansábamos de ESTUDIARLA:
El número de amplificadores, las marcas, los pedales, etc.

FRANK ZAPPA EN LA PAZ  

Me parece que el primer disco de Frank Zappa que se conoció en La Paz, es el "Absolutely Free". Personalmente lo escuché en 1.968, en casa del ex “Black Bird”: Javier Saldías. La obra comienza con un lacónico "hello americans", al estilo del ex-presidente estadounidense Nixon, para luego pasar a enjuiciar, el militarismo y la violencia policial contra los jóvenes de ese país. La composición y los arreglos mezclan poesía con solos barrocos de guitarra que suenan raros, violentos. Tal vez ésta su actitud política nos hermanó en un principio con él. Nosotros también, por esas épocas, estábamos molestos por la forma cómo los “botudos” manejaban nuestro país, permitiendo la exacción de nuestros recursos naturales. Con los años, su obra fue menos política y más plegada a la ideología. Básicamente polémica, con argumentos que hasta hoy mascullamos mientras recordamos la composición.

Foto de los Black Birds (circa 1.968): Alfredo Careaga, Javier Saldías,
Boris Rodriguez y, sentado, José Eguino.

FRANK ZAPPA Y MI GENERACION  

La obra de Zappa continúa acompañándonos, permitiéndonos vivir siempre atentos a la vida. En efecto, junto con él continuaremos soñando un mundo con menos convencionalismos y menos consumismo. Sin embargo, no es nada alentador el ver que innumerables compañeros(as) nuestros(as) - poetas y músicos de los setentas - hayan abandonado sus sueños de rebeldía, para transformarse en prósperos ciudadanos de la nada.

Aquí se los puede ver a los talentosos
Ruth Underwood, Jean Luc  Ponty y  Chester Thompson
colaborando con Zappa.
¿Para qué, entonces la música de los "Black Birds", o la "Revolución Universitaria del 70" o los "Jairas" o “Climax”? ¿Acaso la cosa es aceptar y acomodarse a un mundo, donde justo esa clase media creadora es discriminada? 
Parodiando a Zappa, podríamos terminar gritando: ¡Plastic people!

1 comentario:

Lucho dijo...

Muy grato. Por ti y Gaspar conocí a FZ y lo disfruté. Tuve un buen LP, que uno de mis hijos prestó a alguien y chau...
Leí Totem y Tabú... Ahora estoy con Interpretación de los sueños, que resulta más interesante.
Saludos

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