20 de enero de 2016

TEATRO ESTUDIO: "LA CREACIÓN" DE FAUSTO ARELLANO GUERRA (RENOVADO)

LA APARICIÓN DEL JOVEN AUTOR EN LA PAZ

Más o menos por septiembre de 1971, apareció por Bolivia Fausto Arellano Guerra, de nacionalidad ecuatoriana, alojándose en la "Galería Naira".


¿QUIÉN ES FAUSTO?

En el libro “Tres décadas de teatro ecuatoriano (1960-1990)”, de Franklin Rodríguez Abad y publicado por Génesis Cedeño[1], se explica que en los años sesentas, a la salida del mentor Fabio Paccioni de la Casa de la Cultura de Quito, sus alumnos fundaron varios grupos de teatro: El “Teatro de la Universidad de Loja”,  el “Teatro ensayo” de la Casa de Cultura, el “Teatro de ensayo libre”, el “Teatro experimental” de la Universidad Católica de Quito, el “Teatro Popular” y el “Teatro Experimental Ecuatoriano”. En este ambiente se menciona a nuestro amigo Fausto que “se distinguió como un imaginativo dramaturgo contando en su haber varias obras a su haber, la mayoría inéditas”. 

¿QUIÉN FUE FAUSTO PARA NOSOTROS?

Para nosotros Fausto era el errante trovador que trajo oxígeno al Teatro Estudio (fundado por Eduardo Perales Sánchez), y varias obras de su inspiración: “Las pieles de gato”, “El uniforme vacío”, “La creación”, “Las cebollas” y otras, de las que ya no me acuerdo.

De todas ellas, nuestro director eligió montar “La creación”, una historia iconoclasta de subido tono. Para el efecto nos eligió a Freddy Amusquivar y a mi, para los papeles centrales: El viejo fue Freddy, un antiguo compañero del Colegio Hugo Dávila, una inolvidable yunta.

"LA CREACIÓN"


 
La obra narra la increíble historia de un viejo que decidió probar al mundo, que él también podía crear vida - a imitación de dios - ubicando a su nieto en calidad de testigo. 












Pero no de carne y hueso, sino un robot, en este caso un armazón de viejos fierros retorcidos. 







¡Rrrr! por aquí!
¡Ssss, por allá!













Vas a ver qué bien va a quedar

Sabes, el todopoderoso no tuvo mayor dificultad en la creación del varón.


Pero cuando le toco hacer a la mujer, lo que sacó en claro es que la nariz le creció, grande, grande. 




Al final, el abuelo desparece y el nieto llora su pérdida, acariciando los fierros.
Todas las fotos (excepto la de Eduardo Perales), fueron tomadas por nuestro amigo brasilero: Mauro.

LAS REPERCUSIONES










FUE UN PLACER HACER TEATRO CON FREDDY

La dupla que sigue hinchando el forro

[1] https://es.scribd.com/doc/73856364/Tres-Decadas-de-Teatro-Ecuatoriano

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