Para mi, lo mejor de Don Roberto Millán es ser cristiano, pues así no se ve obligado a tolerar la hipocresía del catolicismo sobre el “perdón de los pecados” lo que le permite denunciar lo que le dicta su tranquila conciencia.
A continuación presentamos aquellas referidas a la Escuela Industrial “Pedro Domingo Murillo”, que han conducido a que la gran Escuela Industrial termine formando “sirvientes del sector terciario y no técnicos industriales”.
Sus revelaciones de primera mano, nos reafirman en nuestros ideales de renovación académica y administrativa de la Escuela.
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