6 de abril de 2016

"DESNUDARTE" CASI SIN ARTE

A continuación, les presento un comentario sobre el último programa “Desnudarte” (aunque que no es tan último), de Sergio Calero. El mismo se clava en “el hipismo”, con el estilo que cultiva desde la ex - “Obertura del Siglo XX” y que tan agradablemente nos sorprendiera.

EN EL ARTE DE DESNUDARTE ESTÁ LA COSA.

El análisis del fenómeno social se centra, de manera algo obsesiva, en los acontecimientos en dos países: EE.UU. e Inglaterra y explica dicho fenómeno social como si fuese casi el resultado exclusivo del consumo de drogas fuertes (LSD).

¡El mismo discurso de los adultos de los sesentas!

Un acto de protesta de la juventud estadounidense 
Una argumentación elusiva que se sigue usando para encubrir los fuertes procesos de individuación colectiva que atravesó la juventud de esos países y que, hasta donde conocemos y entendemos, fue su manera de negar la clasificación a los que les sometieron sus retrogradas sociedades: Sus valores musicales constreñidos a la compra de una mercadería industrial discográfica anclada en el rock and roll; una convivencia social marcada por la discriminación social; manchas que desnudaban la ambivalencia de una ética estatal que pregonaba libertad con una mano y que castigaba con la otra, el derecho al ejercicio de las libertades ciudadanas en sus países así como al pretendido derecho a saquear las riquezas naturales de los países “subdesarrollados”.

Lo que evita este tipo de explicaciones, es comentar la interesante manera que tuvieron dichos jóvenes, para manejar su conflictiva energía juvenil: La transformaron en una explosión de protesta, que se la llevó hasta lograr insertar sus nuevas prácticas sociales dentro de las habituales: Estilos de vestirse, nuevas marcas de cigarrillos para fumar, maneras de pensar, formas musicales, prensa libre y literatura, etc. La evaluación que se hace de este tema en esas sociedades es amplia: El Internet está plagado de libros y artículos al respecto, lo que prueba, además, que el asunto sigue lanzando chispas al medio ambiente.

Joan Baez cantando en público

ALGO PARECIDO SUCEDIÓ ACÁ EN LA PAZ, MÁS O MENOS DESDE 1.966

A la rabia social que provocaban las dictaduras militares, a la entrega de nuestras riquezas naturales a las empresas extranjeras, a la guerrilla, se sumó el brutal menosprecio por los problemas nacionales que caracterizaba a la UMSA. Pero también es dable incluir, la náusea que provocaban en el alma los cánones musicales centrados en la cumbia y en la “nueva ola argentina”, que cierta empresa discográfica y casi todos los medios de radiodifusión nos clavaban día a día. Y hubo también una explosión juvenil paceña frente a esta situación. Lo trágico hubiese sido que no existiese, como sucede hoy.

Ahora, una parte reducida de dicha población juvenil urbana de La Paz, fue la que se metió, de manera entusiasta, a buscar nuevas formas de expresión artística, de vida y de consumo, al paso, de mariguana (no LSD, pues era terriblemente caro). A ella se la podría llamar, con reticencias, el “hipismo paceño”. Proponían una nueva forma de vestir (fundamentalmente con prendas de mezclilla), nuevas maneras de expresar el placer musical (Climax, Dream, Smoke Fish, etc.), un poquitin de pelo largo pues la represión familiar y social era inexorable, lo que culminó, como en los otros países vecinos, en prácticas sociales distintas, que encerraban, como no podría ser de otra manera, una ideología distinta.

El Teatro al Aire Libre de La Paz, cobijó el nacimiento del rock en Bolivia
Pero no queremos referirnos a los “hippies paceños”, sino a la juventud rebelde en general, que asumiendo en parte las conductas señaladas y generando otras, se construyó un lugar en la sociedad paceña: Fue su propio proceso de individuación colectiva, con valores éticos y estéticos, que aún continúan ejerciendo influencia sobre nosotros, tal el caso del rock o de la "Revolución Universitaria". Pero también desde el punto de vista sociológico, fue una construcción cultural que se constituyó en un patrón de referencia para resaltar, por ejemplo, la desidia cultural e ideológica actual.

Esta forma juvenil paceña de los sesentas de transitar la vida, también fue solidaria con la que habían emprendido el resto de las sociedades del mundo. En alguna oportunidad ya me referí a la juventud rumana, ahora denme un minuto para contarles un detalle sobre la juventud vietnamita de ese entonces, metida hasta el cogote en una guerra de liberación nacional, frente a un poderosísimo enemigo.

¿QUIÉN CONOCE LOS DESIGNIOS DE LOS DIOSES?

Por esos intrincados motivos de la vida, terminé estudiando ingeniería en la República Socialista de Rumanía, donde además de latinoamericanos, convivíamos con africanos y asiáticos, entre estos últimos, ex combatientes vietnamitas. Gracias al idioma rumano, pude comunicarme con Phan, un excombatiente vietnamita, con el que compartimos nuestras respectivas experiencias. El me comentó sobre la guerra y sus vicisitudes, yo sobre el enorme respeto y admiración que sentíamos (casi todos) los jóvenes paceños, por la lucha esforzada del pueblo del Viet Nam. Pero bueno, luego de la charla, llegó la hora de los “mici” (trocitos de carne asada) y de la “tsuica” (bebida alcohólica popular rumana), y de la algazara. Ahora bien: ¿qué creen que cantamos?, pues las canciones de los Beatles, ambos, juntitos, en inglés. 

Fíjense en su rostro, luce como un jovenzuelo, pero es mayor que yo.

ESTO ES LO QUE LE RECLAMO AL PROGRAMA DE CALERO

No habla de nosotros. Nos trata como si fuésemos reflejo de las estrellas en el Titicaca. Hace abstracción de estos preciosos procesos para remarcar los ajenos, colocándolos casi como únicos. ¿Qué gana con esta actitud? Acaso, gracias a sus comentarios de condena del uso de las drogas y alabanza del rock, estamos rescatando nuestras propias creaciones culturales. Al fin y al cabo, rockeros, fresas, cumbieros e izquierdista, todos juntos estuvimos en el Cerro de Laikakota en agosto de 1971, en la pelea por la “Liberación Nacional”, que es otro valor que la cultura que una juventud pasada nos legó, esa que cantaba tangos.

Estudiante de la UMSA defendiendo su universidad en 1.971

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