En un esfuerzo por entender a la obra, asistí a las
funciones del jueves y viernes. A continuación, el resultado magro de mi
aventura.
Who is who? |
En el escenario aparecen interactuando en un escenario que se
mueve, cuatro actores que, ni idea tenemos de qué personajes representan. En el
programa que se distribuyó el viernes, si lees bien dice, por ejemplo: Freddy
Chipana: Reinaga. Pero en el Programa del Fitaz, el de color ladrillo, dice
Freddy Chipana Reinaga. La cosa estaba en los puntos, pero quién iba a saberlo.
Tratando de entender lo que pasa |
El viernes me acerqué al actor Fernando Chipana y le pedí que me dijera who is who. Él tuvo la gentileza de indicarme los nombres de los personajes – ¡intercambiables! –, los de los actores y que, por sí fuese poco, todos habían actuado en (o bajo) la “atmósfera de Adonais”.
CÓMO VIENE LA MANO
En medio de los asesinatos de Chuspipata, los personajes
dicen (más o menos) lo siguiente:
|
|||
Mariano Baptista Gumucio
|
Fdo. Diez de medina
|
Adonais
|
Fausto Reinaga
|
Orinar
en la boca
Bautista
es mi familia
Hasta
que un día un joven surgía
22
XI 43: no se publica
Jóvenes
radicales
|
Más
muertos
(Rompe
foto de Tamayo)
Megalomanía
Totalidad
o muerte
Ideal
supremo
(Arce
escribe y escribe)
Quien
es ese hombre
Piedad
Grey
de dioses que derrotan
No
herir el espíritu cristiano
Callar
para sobrevivir
En
qué piensa el hombre
Callar
como
sobrevivencia
El
resto es silencio
|
Bajaba
de las águilas Montañas hacer patria
Canta
al mar que ruge
|
Pide
no matar más
Es
sembrar nabos
Triple
cretino
Brincar
para contradecir el arte moderno
Arte
moderno es forma
Es
el arte dominante
El
arte es un fin
El
arte espera siempre
Es
un pueblo que se desangra
Yo
renuncio
¿Qué
es ideología?
Queremos
el poder
Oponerse
al régimen
Quieren
mi renuncia
Soy
el presidente
El
16 julio 1929: Montes, Saavedra y Villarroel suben la cuesta, al final hay
muñecos
|
Evidentemente, a lo largo de nuestras existencias, alguna
vez hemos leído o escuchado decir, que el fulano dijo esto o aquello. Pero, one
momento, no estamos leyendo historia, sino viendo teatro.
Bella escena final, que no se sabe ni quién es el muerto, ni qué significa |
Y “teatro es un acontecimiento donde cada actor explica un
hecho” (Carlos Gil Zamora, en el Espacio Patiño. 18 abril 2016.). Ahora bien, si
no se entiende por qué dice lo que dice un personaje, menos podríamos saber qué
dice el personaje múltiple e “intercambiable”.
Por ejemplo, la significativa
escena final, la había entendido como el intento de José Antonio Arce, ya desfalleciente,
por acallar a Tamayo, cubriéndolo con sus discursos o papeles… ¡Na´ que ver!
LA ESCENOGRAFÍA (MAGALI ACHÁ).
La bien pensada escenografía |
La escenografía es un hecho relevante de esta obra teatral. Apenas
entras al teatro, lo que ves son columnas, perdidas en las brumas, que buscan
tocar el cielo. O como si sobre ellas se asentara la bóveda celeste. En una de
ellas, en la más baja, se asienta (lo que parecía, al principio), un libro
abierto: Para que el cielo lea en él. Pero dios escribe y lee sobre piedra, no
sobre metal. Y el acero pulido, es el invento más importante que han creado los
humanos. Y si representa al Estado, todo un éxito.
El imponente Tamayo, desde el Macizo Andino: ¡Na' que ver! |
Pero, si bien todo comenzó promisoriamente, de pronto vemos
que las columnas van cambiando de lugar o inclinándose. Y de la misma manera
que no se entiende el mensaje de la obra, tampoco se entiende el movimiento de
la escenografía. Ni vuelta que darle, la escenografía se comió a los actores, a la
obra y al director.
LA MÚSICA (Jorge Zamora).
El jueves, vi la obra, como es mi costumbre, desde el
gallinero. Allí arriba, el ruido inicial que acompaña a la obra, llenaba de
manera desagradable el ambiente, tapando incluso las voces de los actores. Lo
mismo sucedió con el sonido del piano, pero no con la música grabada. El
viernes, la vi desde el anfiteatro y la cosa cambió radicalmente. El ruido
de fondo era tolerable y acompañaba bien la obra, lo mismo que el piano. Fue en
este día que pude escuchar los murmullos del actor M. Toledo, que no sé por qué
tenía que hablar tan bajito.
En suma, considerando a la obra como un todo, no está bien
resuelta.
El grupo agradeciendo a la concurrencia de ciento veinte personas, cada día. |
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