Nuevamente ha llegado el tradicional día
en que llegan nuestros muertos, a visitarnos.
Mis abuelos y tíos, vienen caminando, quedito, desde Potosí.
Mi padre lo hace desde la maestranza de la "Bolivian Railway"
Y mi madre me sonríe desde su bello rincón en Callapa.
Mi prima Elba me muestra el camino de la aventura
Y mi tía Angélica, al lado de su abuelo, me habla de resignación.
No acepto el canto de mi tía.
Mi tío Andrés como jefe de la bodega del FF.CC. de Potosí,
agita su sombreo para avisarnos que ya podemos ir donde él.
Mi abuela María, le sonríe con cariño a mi madre (y, a través de ella, a mi).
Mi abuelo José llega en su caballo, mientras se pasea por la Ciudad,
mientras mis amigos: Augusto Fernández (Benito) y Frenando Aliaga (Nandro)
ambos de Teatro Naira, preparan un escenario en el infinito para cuando lleguemos.
Qué día más especial.
Llegan a visitarnos nuestros muertos.
De igual manera
yo también, algún día, volveré a visitar mi ciudad y a los míos.
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