Por fin una mañana soleada en La Paz, nos da el marco
adecuado para una entrevista con el Ing. Vilder Bustillos Durán, Director
Académico de la Escuela Industrial Superior Pedro Domingo Murillo. Nuestros
pasos nos conducen al primer piso del edificio central y entramos en un salón austero,
estoico, destinado al trabajo, donde brilla la limpieza. Una enorme mesa cubierta
con un grueso mantel verde, abarca la mitad de la sala. Con seguridad,
pensamos, que a lo largo de los años, en ella se efectuaron grandes reuniones y
se tomaron duras decisiones que, para bien o para mal, han calado en nuestra
historia.
Sin mediar mayores presentaciones y con satisfacción nos
relata que lo mejor que tiene la Escuela es la amplia combinación de
profesiones y profesionales, encargados todos de ejecutar las diversas labores
educativas. Hay técnicos superiores, ingenieros, licenciados y hasta doctores, para
provecho de los estudiantes.
Desde hace seis años, ocupa el difícil cargo de la Dirección
Académica de la Escuela. En este tiempo, lo que más satisfacciones le ha dado,
es el haber logrado instalar un sistema informático, que ha uniformizado las labores de
Kardex docente y estudiantil. Hoy, nos refiere, los planes académicos y registro
administrativo, no sólo están centralizados, sino que además están normalizados.
“Esto es lo que legaré a la Escuela, un sistema académico de
inscripciones y la posibilidad de elaborar rápida y de manera automática, las
actas de egreso de los estudiantes. Hoy a la conclusión de sus estudios, los
egresados acceden fácilmente al certificado que les permitirá defender su
proyecto de grado o su examen de grado. Después, el Ministerio ya les dará su
título, a quienes hayan aprobado la prueba”.
Nos relata que su propósito es continuar ampliando este
servicio académico digitalizado, pues estoy logrando que todos “hablemos el
mismo idioma”.
Entre otras obras nos cuenta que la Escuela hoy cuenta con
una infraestructura más amplia: Aulas enormes, que se usan para los cursos
vestibulares. Pero también deben anotarse, la inauguración de varias subsedes como
las de Tajani, Achica Arriba y, en el futuro, la de Coro-Coro.
Sin embargo, en algunas oportunidades, nos reseña, hemos
sufrido reveces de quienes estaban obligados a respetar a la Escuela. Pero nadie
guarda mayor rencor, pues la Escuela es “el alma mater” de la educación
técnica y una madre ama siempre a todos sus hijos.
Este el
motivo para que se rebajara los sueldos a todos, ganando él hoy en día, la suma
de siete mil Bs, todo gracias a que tiene “categoría cero” como docente y además
es profesional (ingeniero). El caso del rector es aún más lamentable, nos
cuenta, pues gana alrededor de cuatro mil Bs.
El reloj del jefe |
Antes de separarnos nos narra, que viene ejecutando una
serie de seminarios académicos, para mejorar el servicio educativo de la
Escuela. Hay apoyo por parte de los docentes y el motivo es servir mejor a
nuestros grandes beneficiados, los estudiantes, que no cesan de esperar mejoras.
La sonrisa franca que nos recibió y el ambiente en el que hemos realizado la entrevista me confirma, una vez más, que la historia de la Escuela se confunde con las más grandes reivindicaciones del pueblo boliviano, como es la de industrializar nuestras riquezas naturales. Este el espíritu que siempre ha guiado sus labores y que le dado gran valor a su palabra pedagógica. ¡Salud noble Escuela!
[1] Nota del
entrevistador. Para proceder a la inexplicable clausura del SENET, autoricé como Director Ejecutivo e incluso colaboré con las labores de auditoria que se realizaron. Dejamos todo en orden
como dice el informe de cierre. Por lo tanto la excusa es falsa.
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