PARA JUAN JOSÉ ANAYA GIORGIS

 Carta de Juan José Anaya Giorgis

29 de agosto de 2019

"Le escribe Juan José Anaya Giorgis, investigador del Centro de Estudios de Población (CEP) de la UMSS, y doctor en ciencias sociales de FLACSO Argentina. Trabajo en problemáticas relacionados a la historia de las políticas públicas de desarrollo en Bolivia, de ese modo, actualmente investigo las causas, resultados y consecuencias actuales de la instalación de fundiciones para metalurgia en Bolivia durante la segunda parte del siglo XX.

En ese sentido, tengo entendido que Ud. es un experto en el tema como ingeniero metalúrgico (al servicio de ENAF durante varios años), y quisiera contactarlo para realizarle algunas preguntas relativas a las características técnicas de la fundición Karachipampa y su relación con la toma de decisiones políticas, aquí le adelanto dos preguntas a modo de muestra:

1. ¿Si Karachipampa fue concebida inicialmente por COMIBOL en 1968 para eliminar las pérdidas de algunos centros que trabajan en el rubro plumbífero, ¿por qué en la Estrategia Social y Económica de Desarrollo Nacional (1971-1991), cuya elaboración estuvo a cargo de José Ortiz Mercado, éste proyecto aparece como una fundición de plomo-zinc y no plomo plata, (como fue concebido y como sería erigida más adelante)?

2. ¿Inicialmente, para qué tipo de concentrados complejos fue diseñada la tecnología Kivcet de Kazakstán de la URSS?, ¿bullón de Cobre y qué más? ¿Cuáles son los orígenes de esa tecnología? Espero que Ud. pueda colaborarme, desde ya quedo agradecido por su tiempo prestado y aguardando su respuesta.

¡Un cordial saludo, muchas gracias!"

RESPUESTA

Siento vergüenza por no haberte atendido a tiempo. ¡disculpas!

PREGUNTA 1

Más que darse cuenta, COMIBOL atiende el mostrador. El mercado internacional pide y la empresa satisface el pedido del cliente. Te digo esto pues, según entiendo, el precio que nos irían a pagar por los metales obtenidos, en la época de la Dictadura de Banzer, no convenía. Después sí. En el Gobierno de Padilla, gracias a las enormes coimas distribuidas, se firmó un “contrato llave en mano” con la Klockner y la MECHIN. Pero era tan grande la angurria de los gobernantes bolivianos que, ni siquiera, se acordaron de determinar las reservas. Por eso no funcionó. Luego aparecieron San Cristóbal, Sinchi Wayra, Bolívar, Porco y las cooperativas mineras y la cosa cambió.

Muchos ingenieros han metido las manos en Karachipampa: Unos para bien. Entre estos están los que han diseñado una planta adicional para recuperar el oro, que el diseño original no lo tenía (¡en serio!). 

Más o menos por el 2019, la empresa Therconsult Srl. determinó que el problema del horno Kivcet de Karachipampa era que necesitaba un quemador adicional para calentar más el horno. El encendido del mismo fue un fracaso

No le compramos a la ex-URSS el Kivcet, se lo compramos a la Klockner pues ya habían negocios con éstos últimos. Esta tecnología (la idea y el horno mismo), es un sistema metalúrgico delca, pues une, en una sola etapa, la carga el proceso y los resultados. ¡Una joya! Ahora, cualquier alteración a una de las partes, como la ya señalada, incide en el todo. ¿Cuántos habrán metido las manos irresponsablemente?

Pregunta 2.
Inicialmente era para el cobre pero la Klockner la adaptó para la plata.

PD. En poco publicaré en mi blog "El litio, pecado epistemológico boliviano" donde aclaro estos temas en profundidad.
Más PD. 71566192 y jalcoba2002@yahoo.com