15 de abril de 2016

“INTENTARÉ VOLAR” (IO PROVO A VOLARE)

Obra: “Intentaré volar” (Io Provo A Volare), de Berardi Casolari 
Dirige: Gabriella Casolari (Italia)

A continuación les ofrezco un relato de lo que vi y entendí de la obra de teatro. Si no corresponde con la realidad, no me censuren con acritud, pues eso es lo que se escuchó en la galería. Y también lo que se vio, por ejemplo, que el público asistente llegó a las trescientas personas, de las cuales, 47% de sexo femenino.

Elaborado y hermoso ingreso del actor. Nótese los símbolos que lleva:
Una escoba en desuso y una vela, que sería todo lo que habría quedado
del deseo por barrer a a la vieja sociedad burguesa y a lo que se ha
reducido la luz de la revolución
El telón se abre a los acordes de una canción en italiano, interpretada por un guitarrista - Davide Berardi - que usaba - ¡ojo con el detalle! - el mismo gorro que usaban las tropas del Ejército Rojo, al triunfo de la Revolución Rusa. La canción también la acompañó un acordeonista de talento: Bruno Galeone. Por su lado, el actor principal - Gianfranco Berardi - empieza su actuación reclamando, en un español, acelerado y muchas veces difícil de entender, la flojera de los jóvenes de hoy que todo lo quieren sin trabajar, fácil, y la de unos padres que lo fomentan. Ya entrando en materia, para el actor, lo más adecuado sería seguir el ejemplo de esfuerzo y perseverancia del cantor italiano Domenico Modugno. Sin embargo se pregunta si las generaciones actuales lograrían entender su modelo, que él mismo, en su adolescencia, decidió seguirlo, aunque con suerte adversa.

Davide Berardi, Gianfranco Berardi y Bruno Galeone

Dicho y hecho, el joven por impulsos de su vocación, decide hacerse actor profesional, entrando a la academia, que se transformará en la fuente de todas sus vicisitudes. De todas maneras logra graduarse y ya con el diploma en la mano, decide probar suerte yéndose a la gran ciudad. Pero la respuesta que obtiene en todo lado es siempre no, excepto en el circo. Allí le ofrecen nada menos que el trabajo de mono, gracias al cual se encuentra, en medio de cómicos embrollos, con otros actores que también han absuelto la academia. Este detalle le basta al novel actor, para comprender hasta qué nivel ha tenido que envilecer su profesión y su persona, por lo que decide abandonarlo todo y regresar a su pueblo natal. Ahora bien, la excusa para disimular su fracaso, pues alguna habrá que darla, es que regresa para ocuparse de los asuntos culturales de su pueblo natal, pero no como actor sino como funcionario municipal de cultura.

El actor Gianfranco, explicando sus peripecias como actor de circo.
Sin embargo el puesto de responsable cultural ya está ocupado por un avieso político que sólo espera ser elegido alcalde para inaugurar el viejo teatro que ha sido remodelado. En efecto, el antiguo edificio fue transformado y destinado a labores de toda índole, hasta no quedar nada de la primitiva arquitectura, destinada a albergar el arte. Molesto por esta situación decide destruirlo hasta que no quede nada de él, pero sufre severas lesiones en el intento.
 
El juego de luces y sombras está delicadamente diseñado para lograr asombrosas combinaciones
con el artístico movimiento de Gia
nfranco 
En síntesis, gracias al detalle del gorro y las alusiones al PCI (Partido Comunista Italiano), la obra termina siendo una metáfora relativa a las grandes luchas por el socialismo que han envuelto al mundo entero, toda la época pasada. En este sentido el actor representa a todos los izquierdistas que, a pesar de haberse titulado de revolucionarios, al final terminaron tragados por la sociedad burguesa a la cual habían jurado destruir. Valiente juicio y que es, sin embargo, de tan ardua digestión.
Si por un lado la obra es de carácter pesimista y sabor dulzón, por el otro, el espectáculo es más sobrio que una visita a un mausoleo donde todo lo negro de la escena - la boca dura que se comió a varias generaciones durante el Siglo XX - es muy bien aprovechada por las piruetas y la camisa blanca del actor que lució, dicho sea de paso, todo su arte.

8 de abril de 2016

EN RADIO COR-DIAL

En  la mañana de hoy, tres amigos se dieron cita en la Radio Cor-Dial (de la COR-El Alto), para charlar, durante dos horas, sobre la educación superior en Bolivia.
Gracias por la invitación.


En la foto, quienes partiipamos en la charla: Rubén López, su serviduro y Erasmo Quirós


6 de abril de 2016

"DESNUDARTE" CASI SIN ARTE

A continuación, les presento un comentario sobre el último programa “Desnudarte” (aunque que no es tan último), de Sergio Calero. El mismo se clava en “el hipismo”, con el estilo que cultiva desde la ex - “Obertura del Siglo XX” y que tan agradablemente nos sorprendiera.

EN EL ARTE DE DESNUDARTE ESTÁ LA COSA.

El análisis del fenómeno social se centra, de manera algo obsesiva, en los acontecimientos en dos países: EE.UU. e Inglaterra y explica dicho fenómeno social como si fuese casi el resultado exclusivo del consumo de drogas fuertes (LSD).

¡El mismo discurso de los adultos de los sesentas!

Un acto de protesta de la juventud estadounidense 
Una argumentación elusiva que se sigue usando para encubrir los fuertes procesos de individuación colectiva que atravesó la juventud de esos países y que, hasta donde conocemos y entendemos, fue su manera de negar la clasificación a los que les sometieron sus retrogradas sociedades: Sus valores musicales constreñidos a la compra de una mercadería industrial discográfica anclada en el rock and roll; una convivencia social marcada por la discriminación social; manchas que desnudaban la ambivalencia de una ética estatal que pregonaba libertad con una mano y que castigaba con la otra, el derecho al ejercicio de las libertades ciudadanas en sus países así como al pretendido derecho a saquear las riquezas naturales de los países “subdesarrollados”.

Lo que evita este tipo de explicaciones, es comentar la interesante manera que tuvieron dichos jóvenes, para manejar su conflictiva energía juvenil: La transformaron en una explosión de protesta, que se la llevó hasta lograr insertar sus nuevas prácticas sociales dentro de las habituales: Estilos de vestirse, nuevas marcas de cigarrillos para fumar, maneras de pensar, formas musicales, prensa libre y literatura, etc. La evaluación que se hace de este tema en esas sociedades es amplia: El Internet está plagado de libros y artículos al respecto, lo que prueba, además, que el asunto sigue lanzando chispas al medio ambiente.

Joan Baez cantando en público

ALGO PARECIDO SUCEDIÓ ACÁ EN LA PAZ, MÁS O MENOS DESDE 1.966

A la rabia social que provocaban las dictaduras militares, a la entrega de nuestras riquezas naturales a las empresas extranjeras, a la guerrilla, se sumó el brutal menosprecio por los problemas nacionales que caracterizaba a la UMSA. Pero también es dable incluir, la náusea que provocaban en el alma los cánones musicales centrados en la cumbia y en la “nueva ola argentina”, que cierta empresa discográfica y casi todos los medios de radiodifusión nos clavaban día a día. Y hubo también una explosión juvenil paceña frente a esta situación. Lo trágico hubiese sido que no existiese, como sucede hoy.

Ahora, una parte reducida de dicha población juvenil urbana de La Paz, fue la que se metió, de manera entusiasta, a buscar nuevas formas de expresión artística, de vida y de consumo, al paso, de mariguana (no LSD, pues era terriblemente caro). A ella se la podría llamar, con reticencias, el “hipismo paceño”. Proponían una nueva forma de vestir (fundamentalmente con prendas de mezclilla), nuevas maneras de expresar el placer musical (Climax, Dream, Smoke Fish, etc.), un poquitin de pelo largo pues la represión familiar y social era inexorable, lo que culminó, como en los otros países vecinos, en prácticas sociales distintas, que encerraban, como no podría ser de otra manera, una ideología distinta.

El Teatro al Aire Libre de La Paz, cobijó el nacimiento del rock en Bolivia
Pero no queremos referirnos a los “hippies paceños”, sino a la juventud rebelde en general, que asumiendo en parte las conductas señaladas y generando otras, se construyó un lugar en la sociedad paceña: Fue su propio proceso de individuación colectiva, con valores éticos y estéticos, que aún continúan ejerciendo influencia sobre nosotros, tal el caso del rock o de la "Revolución Universitaria". Pero también desde el punto de vista sociológico, fue una construcción cultural que se constituyó en un patrón de referencia para resaltar, por ejemplo, la desidia cultural e ideológica actual.

Esta forma juvenil paceña de los sesentas de transitar la vida, también fue solidaria con la que habían emprendido el resto de las sociedades del mundo. En alguna oportunidad ya me referí a la juventud rumana, ahora denme un minuto para contarles un detalle sobre la juventud vietnamita de ese entonces, metida hasta el cogote en una guerra de liberación nacional, frente a un poderosísimo enemigo.

¿QUIÉN CONOCE LOS DESIGNIOS DE LOS DIOSES?

Por esos intrincados motivos de la vida, terminé estudiando ingeniería en la República Socialista de Rumanía, donde además de latinoamericanos, convivíamos con africanos y asiáticos, entre estos últimos, ex combatientes vietnamitas. Gracias al idioma rumano, pude comunicarme con Phan, un excombatiente vietnamita, con el que compartimos nuestras respectivas experiencias. El me comentó sobre la guerra y sus vicisitudes, yo sobre el enorme respeto y admiración que sentíamos (casi todos) los jóvenes paceños, por la lucha esforzada del pueblo del Viet Nam. Pero bueno, luego de la charla, llegó la hora de los “mici” (trocitos de carne asada) y de la “tsuica” (bebida alcohólica popular rumana), y de la algazara. Ahora bien: ¿qué creen que cantamos?, pues las canciones de los Beatles, ambos, juntitos, en inglés. 

Fíjense en su rostro, luce como un jovenzuelo, pero es mayor que yo.

ESTO ES LO QUE LE RECLAMO AL PROGRAMA DE CALERO

No habla de nosotros. Nos trata como si fuésemos reflejo de las estrellas en el Titicaca. Hace abstracción de estos preciosos procesos para remarcar los ajenos, colocándolos casi como únicos. ¿Qué gana con esta actitud? Acaso, gracias a sus comentarios de condena del uso de las drogas y alabanza del rock, estamos rescatando nuestras propias creaciones culturales. Al fin y al cabo, rockeros, fresas, cumbieros e izquierdista, todos juntos estuvimos en el Cerro de Laikakota en agosto de 1971, en la pelea por la “Liberación Nacional”, que es otro valor que la cultura que una juventud pasada nos legó, esa que cantaba tangos.

Estudiante de la UMSA defendiendo su universidad en 1.971

24 de marzo de 2016

CORO VOCAL CONCERTISTA DE ALEMANIA: “LA PASIÓN SEGÚN SAN JUAN”

A horas 20 del 23 de marzo de 2016, la “Sociedad Coral Boliviana”, una parte de la “Orquesta Sinfónica Nacional” y el “Coro Vocal Concertista de Alemania” nos sometieron a una sesión de terapia de terror y música, con la excusa de “escuchar” “La Pasión según San Juan”, obra del compositor  alemán Juan Sebastián Bach.


Sentaditos, nos enfrentamos a cien cantantes en escena (sin contar a los solistas), dispuestos a hacernos sentir mal, por la miseria de la humanidad. Por suerte para los presentes, la cosa no llegó a mayores, pues el espectáculo estaba mal organizado: No habían programas, a pesar de lo caro de las entradas. Así que ni idea de quienes cantaron, dirigieron, etc. Es más, si no hubiera sido por el relator, ni nos habríamos enterado de un argumento que había sido “actualizado” con mucha sal y pimienta.

“La Pasión según San Juan” es el terrible relato musical pintado con fuertes dosis de “soledad, misterio y noche” (típico del pensamiento protestante), sobre el sufrimiento a que puede ser sometida una persona. La historia de un hombre joven que si bien es recibido por el gentío con grandes muestras de alegría, días más tarde, cuando lo ve caído, no dudará en escupirle. Siempre nos hemos preguntado: ¿cuál era el motivo? ¿Por haber anunciado que el Templo de Jerusalén se haría añicos? ¿Por su palabra fuerte? ¿Por su facha desgarbada? ¿Por sus ropas pobres que marcaban su distancia social del resto de la población? No queda claro. Nunca ha quedado en claro.

Lo que observamos/escuchamos fue un acto bochornoso de discriminación, promovido por siniestros personajes ligados al poder, y de traición y mediocridad, entre sus amigos. Lo que es peor, todo bellamente interpretado por tenores y sopranos cuyos personajes trataban de salvar sus respectivas responsabilidades (al menos eso entendí).

Ahora, si querías saber la verdad de lo que ocurría en la escena, debías escuchar al coro, como en el teatro griego. Y acá no es posible equivocarse: Si cerrabas los ojos, la centena de bellas voces no eran humanas sino de ángeles. Un coro que nos susurraba melodías circunspectas: A veces plenas de gozo y otras de esperanza, jamás de reproche. No exagero: Cien ángeles, cuatachos(as) del alma, cantando al unísono, aunque en una lengua desconocida muy ajena a nuestro medio: El alemán.

Pues bien, esos personajes cantores de los que les hablaba y sin mediar ninguna explicación, nos tomaron de la mano para contarnos uno de los relatos más viles de la podredumbre humana. Traición, tortura, muerte y gozo. Cien por ciento S&M. El sólo pensar que un amigo(a) nos pueda traicionar, ya nos revuelve el espíritu.

Y eso le pasa al personaje central que termina en la soledad, sometido a la ignominia de una justicia proclive al poder (como si pudiese ser de otra manera), y de un autoridad militar siempre dispuesta a buscar la mejor manera de humillar la dignidad humana, como la de condenar a una muerte lenta, por crucifixión a un hombre que soporta estoicamente su situación. Y que, para colmo, en el camino al patíbulo, a pesar de ya estar estropeado, recibe palos y escupitajos, para que nos quede claro que la canalla también está en la sociedad civil. ¡Confianza ni en la camisa!
Una historia de horror que enciende la rabia en quien la escucha y que el coro busca encauzar hacia una explicación de perdón y paz.

¡Bello el coro, pero su palabra no me convence!


¡Déjenme respirar un segundo! Qué imponente espectáculo el que nos han ofrecido los cantantes, el coro y la sinfónica. Supongo para mostrarnos, cómo comprendían (o tal vez lo sigan haciendo), allá en Europa, en los tiempos del compositor Bach, la miseria profunda de la vida y la esperanza de una redención. Justo por esas mismas épocas, esos mismos europeos - españoles en este caso - laceraban con entusiasmo a nuestra gente y nuestras riquezas naturales.

9 de marzo de 2016

MURIO GEORGE MARTIN

 Dice Paul: "Tengo maravillosos recuerdos de este gran hombre que siempre estarán conmigo. Fue un auténtico caballero y como un segundo padre para mí". 

"Guió la carrera de Los Beatles con tal destreza y buen humor, que se convirtió en un auténtico amigo para mí y mi familia. Si alguien mereció el título de 'quinto Beatles' fue él".



Paz en su tumba.

JORGE DÁVALOS: ESTÉTICA DEL ELEMENTO CÁRNICO

En un ambiente pictórico raro y semioscuro, el gris y el rojo sucios se mezclan con trozos de carne, de grasas, de caras y de cuerpos despar...