LA VERGA DEL PODEROSO

La verga del asambleísta de Chuquisaca, no es cualquier verga. Es la de aquél que, sabiéndose poderoso, ha decidido utilizarla. O a la inversa que la usó para sentirse poderoso, socialmente impune. Si bien se ha hablado mucho del hecho y de la víctima, poco se ha dicho del “sujeto”. A continuación unas palabras sobre este último.

La historia de las clases dominantes en el cine

Para empezar, no es la primera vez que esto ocurre en la historia de las clases dominantes en Bolivia. Las mismas son presentadas, por lo general, como picantes anécdotas (“Hijo de opa”, “La ilustre ciudad”, la “chito-alcoba”, etc.).
Como el presente caso no se abrevia en una crónica, lo que habría que reclamar es la falta de compostura del sujeto ¿o no? El machismo en general, insiste que estos temas queden en secreto, que no quede evidencia o que se acalle a la violada (incluidos los testigos), con dádivas. En este caso, por suerte para el “sujeto”, su delito es “privado” y, al parecer, no lo podrán acusar de violación.

La tradición patriarcal puede respirar tranquila: Queda a salvo el derecho de los varones a poseer. Y si son poderosos, con mayor razón.

Pero no todo queda ahí

En el programa “Todo a pulmón” se insinuó que el acto de la violación podría ser parte de los usos y costumbres de los pueblos indígenas y originarios.Y si es así: ¿Es censurable que una persona ligada a estas culturas, haga uso libre de su sexualidad?

El "tiu" de la mina

¿O estamos criticando la forma? Hasta donde sabemos, son buenos ciudadanos, aquellos que encubren su sexualidad. Un buen vecino, respeta la ley y los preceptos de la iglesia católica, es decir, el grado de civilización en el que vivimos. Pero no todo hombre es necesariamente, un buen ciudadano.  Por ejemplo, en el presente caso, sucede que el Estado Plurinacional tiene un representante que no es un buen ciudadano. Todo lo contrario, es un subvertor del orden, pues ha actuado desde otros “usos y costumbres”. Por lo demás, tampoco mostró mucho arrepentimiento ante las cámaras y reclamó, más bien, por la traición de los amigos

Nuestro original Ekeko"

 De donde se deduce que estamos frente a un “salvaje”. ¡Y donde hay uno, hay más! Y si es así, el Estado Plurinacional, habría abierto la Caja de Pandora. Lo más presumible, me parece, es que haya fallado la educación (familia, escuela, iglesia, etc.),  encargadas de introyectar violentamente, los valores ciudadanos y cristianos en los individuos.
Pero ya que hablamos de las culturas de las naciones del nuevo Estado Boliviano, la solución que se discute en la Asamblea Plurinacional no deja de ser chistosa: La castración química. O sea, lo que no lograron hacer las instituciones antes nombradas, debe hacerlo el “gran papá” Estado. Con esto queda claro que, puntos más o puntos menos, lo que debe triunfar son los valores de la civilizada castración.