2 de abril de 2014

EL CORO EN “PODEROSA AFRODITA” Y EN LA DIABLADA.

En la peli de Woody Allen llamada, “Poderosa Afrodita”, Lenny y Amanda, una pareja de clase media, adopta un hijo que termina siendo un prodigio. Tanta maravilla, arrastra al padre a buscar a la madre biológica. 
¡Si así es el hijo, cómo será la madre! 
¡Eso es lo que necesito, algo mejor de lo que tengo en casa!
Evidentemente, los “demonios” del padre han empezado a hablar fuerte, jalándolo por esas sendas que todos nosotros, como buenos “chicos malos”, conocemos: Buscar sexo, no por hacer pareja sino por el mero placer egoísta de tirar. 

Arriba el cuadro "La diablada" (parte) de Aruro Borda. 
Abajo, una escena de "Poderosa Afrodita"

Se topa con una prosti, media opita ella, pero no importa. Lo interesante es que al final de la “aventura”, el protagonista se arrepiente de haber “pecado” y regresa a la seguridad de su hogar  para continuar cuidando, como si nada pasara, al hijo de ella (más egoísmo). Por su lado la prosti, con una moral mejor puesta, termina teniendo y cuidando su hijo: Un niño que crecerá, como prueba de la miseria del padre. 

Ahora bien, ¿por qué Allen tenía que meter un coro griego en la peli? 
Para decirlo en una palabra, por “gadejo”. Para Nietzsche, el “coro” permite “ver” la esencia de la vida. Nos permite, al retornar a la realidad, aguantar lo horrible y absurdo de la misma y, justo por eso mismo, tener más ganas de vivir. En este sentido, el “coro” de Allen, pleno de la hipócrita ética burguesa, alienta al protagonista a la prudencia, a acurrucarse aún más en el vientre cálido de su mujercita. ¿Cuándo el coro griego ha aconsejado tanta estupidez?

En nuestra tierra, creo que tenemos algo mejor. Cuando asistimos a la Entrada de Oruro y vemos la “diablada” (que para mí es el “coro” profundo, nacido de arcaicas y extrañas culturas como la de los Urus), experimentamos un “ras” en la columna, tanto de placer como de miedo (prueba de que estamos frente a un “tabú”). Ahora bien, si somos parte de la confraternidad, esperaremos a que se ponga el sol para empezar con el bacanal. No de  ocultitas. No con una prosti. Sino con la vecina, con la hija de tu amigo y cositas por el estilo… Al final, por unas horas, todos viven intensamente. En efecto, gracias a la “diablada”, todos “ven” lo que es la vida, aunque luego, al retornar a la realidad, lo hagan llenos de vergüenza y con la cara rosada. Han comprendido que vale un mundo, esperar hasta el año siguiente.
Ante tanta significación cultural, la “Poderosa Afrodita” de Allen, no es más que una pinche alpargata. Nada como un buen diablo y su poderosa china supay.

1 comentario:

Lucho dijo...

Prímeras: ten en cuenta que el Woody tiene formación en Psicoanálisis, del que saca provecho en todas sus películas. Por eso todas son interesantes, aunque algunas "pasadas", para los que no tienen gusto refinado como nos...
Poco escucho los coros de la conciencia, tal vez porque soy desorejado desde niño. También evito los tabúes folclóricos.
A mi me gustan las féminas para gozarlas con calma y detalle, en tiempo más bien duradero. Me digo "una vez no basta". Tons, por eso no voy a Oruro al Carnaval, ojo, tampoco a la fiesta del big power, u otra. Mis tabúes son más tenebrosos...
Buenas y sugestivas las fotos.
Tomorrow podríamos charlar gratis.

Saludos

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