Hice transcribir el libro de Felipe Segundo Guzmán y les puedo enviar en formato PDF digital. Cómo siempre se ha sido injusto con el bando psicopedagógico experto.
Gracias a mi estimado doctor Pepe Subirats, aprendí que entre Franz Tamayo y Felipe Segundo Guzmán no hubo un debate, sino un "Diálogo de sordos". Porque ambos tenían razones y ambos tenían omisiones.
La razón de Tamayo estriba en que la Comisión Sánchez Bustamante, de la cual formó parte don Felipe, omitió diseñar la inclusión de la Educación Superior en la Reforma Liberal, y por ello el sub-Sistema de Formación Docente de profesores y preceptores nació sin formar parte orgánica del sub-Sistema de la Educación Superior, en lo que yo denominó "distorsión normalista".
En lo que Felipe acertó fue en que era correcto comprender la necesidad de rescatar las técnicas y experticia internacional de las innovaciones educacionales más avanzadas, lo que don Franz Tamayo rechazaba en su telurismo irracionalista nietzscheano.
También don Felipe estaba en lo cierto cuando planteaba la necesidad de la Autonomía Universitaria. O sea, lo propositivo de ambos es su complementariedad. En cuanto al intento de don Daniel Sánchez Bustamante en la II Reforma Educacional Liberal de 1930 de incorporar las Normales a la Universidad, para superar la distorsión "normalista" no perduró más allá de 1936, pues se volvieron a separar.
Gracias a mi estimado doctor Pepe Subirats, aprendí que entre Franz Tamayo y Felipe Segundo Guzmán no hubo un debate, sino un "Diálogo de sordos". Porque ambos tenían razones y ambos tenían omisiones.
La razón de Tamayo estriba en que la Comisión Sánchez Bustamante, de la cual formó parte don Felipe, omitió diseñar la inclusión de la Educación Superior en la Reforma Liberal, y por ello el sub-Sistema de Formación Docente de profesores y preceptores nació sin formar parte orgánica del sub-Sistema de la Educación Superior, en lo que yo denominó "distorsión normalista".
En lo que Felipe acertó fue en que era correcto comprender la necesidad de rescatar las técnicas y experticia internacional de las innovaciones educacionales más avanzadas, lo que don Franz Tamayo rechazaba en su telurismo irracionalista nietzscheano.
También don Felipe estaba en lo cierto cuando planteaba la necesidad de la Autonomía Universitaria. O sea, lo propositivo de ambos es su complementariedad. En cuanto al intento de don Daniel Sánchez Bustamante en la II Reforma Educacional Liberal de 1930 de incorporar las Normales a la Universidad, para superar la distorsión "normalista" no perduró más allá de 1936, pues se volvieron a separar.
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