Con lo del litio, empezamos mal. El año 2009 el gobierno boliviano decidió que el asunto era un tema “nacional”, “minero” y de “propiedad” de la COMIBOL. Se pensaba que de la misma manera que la Empresa Nacional de Fundiciones (ENAF), fue parte funcional de la minería del estaño, la GNRE (hoy YLB), debía serlo del litio. A continuación, ese mismo año, se constituyó el “Comité Científico de Investigación”, un grupo de expertos, básicamente, mineros para que le metan al tema. En este ambiente se cocinó el asunto de la “industrialización”.
El año 2010 la COMIBOL y la GNRE procedieron a REGALAR muestras de la salmuera de Uyuni a varias empresas del mundo entero. Una de ellas le llegó a la coreana Kores Posco que, ágil como lo es el capitalismo, invento y patentó un proceso de Extracción Directa, para obtener cátodos de litio. A continuación, aguijoneo a Bolivia para formar una empresa mixta que incluyese su invento, pero Bolivia, porfiada como sus ingenieros mineros, no aceptó e insistió en el “proceso con piscinas”.
Los “jefes” estaban seguros que el tema del litio era un tema “nacional” y “minero”, pero Kores Posco nos mostró que Bolivia era, más bien, parte de la "división internacional del trabajo", de la moderna ingeniería química y que si un camarón se duerme, se lo lleva la corriente. La gran ilusión de la "industrialización" nos hizo creer que la “liberación nacional” y las baterías estaban al alcance de la mano, pero nada. Fue una gran metida de pata el de transformar al litio, por motivos ideológicos, en una ilusión de esencia minera: ¡Un grave pecado epistemológico!
Sean Barry, en la revista “Metal Pages” de abril de 2012 se rio de nosotros, calificando el hecho como la gran “bobada” del gobierno boliviano. Hoy no nos queda más remedio que retroceder y lanzar una convocatoria internacional para que alguna empresa transnacional instale en Bolivia la Tecnología de Extracción Directa del Litio (EDL), y hacerles creer a los y las bolivianos que es algo novedoso.
¿Quiénes salen ganando?:
- Las empresas transnacionales.
¿Quiénes salen perdiendo?
- Bolivia, pues tendrá dos industrias del litio en paralelo, con tecnologías de propiedad ajena.
- Los ingenieros y científicos bolivianos que sólo tendrán derecho a usarlas sin poder tocarlas nunca, pues estará prohibido en los contratos.
- La educación superior (universidades e institutos tecnológicos), que podrá estudiar la teoría todo lo que quieran, pero jamás unir el estudio o la investigación con la producción.
- Todos por no tener dirigentes con pensamiento claro y abierto.
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