17 de abril de 2016

LA ARAUCANA DE TRYO TEATRO BANDA (CHILE)

LA OBRA

El cuarteto iniciando la obra
La Araucana es quizá, la obra épica más importante de América. Fue escrita aprox. en 1570, por Alonso de Ercilla, que llegó a la región acompañando a la expedición del gobernador García Hurtado de Mendoza. Mientras éste es mostrado en la obra como un soldado pedante y sanguinario Ercilla es un ejemplo de cordura. 

En realidad La Araucana es un comentario a los aspectos más dolorosos de las guerras que libraron españoles y araucanos. El relato también resalta la actitud noble y cariñosa de la india Tegualda, que luego de la batalla se dedicó a buscar los restos de su marido. 

Ercilla y el Gobernador
Ercilla escribe con dolor las experiencias de muerte sufridas por ambos bandos. La obra que espectamos, cuenta estas historias sangrientas y violentas.
   
En un comodo sillón, cantando para el Gobernaor.
EL  MONTAJE

El despliegue inicial
El grupo “Tryo Teatro Banda” plantea los episodios históricos desde una óptica coloquial, pues busca que el público acepte las trágicas historias contadas con arte y paciencia y así, en vez que se deje arrastrar por los sentimientos, reflexione. El propósito pedagógico es evidente, pero no ha sido hecho para nosotros los bolivianos, sino para la gente de Chile que no termina por aceptar que en sus vidas diarias conviven con los/las indios(as). En efecto, hasta el día de hoy, tal como lo denuncia el grupo, en la Comuna Ercilla se sigue peleando.

El cruel y sádico Gobernador
 Para ello la obra incluye canciones, coros, y la hermosa forma musical de la cantata tan querida en Chile. 
Los personajes se dividen en dos grandes grupos, los buenos y los malos, quedando al medio el culto Alonso de Ercilla. 

Lo interesante es la multiplicación de los peces. Los personajes, siendo tantos, no se sabe de dónde salen. Está el gobernador, su ayudante, Ercilla y su hermana. Por el otro, tres caciques araucanos, Tegualda y varios cientos de extras, que mueren en cruentos combates.

LA PRESENTACIÓN

Cantando el mestizaje

De entrada nomás, los doscientos treinta espectadores (de los cuales 16 peinaban canas), ya sabían que se trataría de un espectáculo en el que se apreciaría teatro y música. 

Habían instrumentos musicales, a montones, pero no sobraban. Aunque sólo la guitarra y el cello sirvieron para la ejecución de las armonías. El resto fue utilizado para generar varios ambientes pertinentes, que acompañaron el relato.
Toda la obra transcurre casi en penumbras,  aspecto que no permite que el público quite la atención de lo que ocurre en el escenario.

El gobernador recogiendo un bebe araucano (el nuevo Caupolican).
O introduciendo al enemigo al interior de la futura sociedad chilena

Ahora, cuando se trata de contar sucesos importantes, los artistas chilenos siempre prefieren vestir de negro. Esta vez también ese es el caso. La solución les da gran versatilidad para cambiar de personajes.

Reunión de jefes araucanos
Toda la escenografía se reduce a una valla doble de caña huecas, la que les permite crear los diversos espacios por donde discurrirá la obra.

En general el libreto está escrito con gusto y es directo en su mensaje. La actuación es de alto nivel y bien llevada a efecto. Tal vez se podría hacer una referencia especial a la agradable voz de la actriz.

El grupo aceptando el nutrido aplauso.

A nosotros el mensaje nos llega como una gran pregunta. La misma que ya me la plantearon mis recordados(as) compañeros(as) de la poderosa (ex) UTE, "Universidad Técnica del Estado": Si nuestros indígenas resistieron con tanto empeño, ¿qué pasó con ustedes? Y la respuesta no terminamos de construirla.

No hay comentarios:

JORGE DÁVALOS: ESTÉTICA DEL ELEMENTO CÁRNICO

En un ambiente pictórico raro y semioscuro, el gris y el rojo sucios se mezclan con trozos de carne, de grasas, de caras y de cuerpos despar...