LA CEGUERA DEL MINISTERIO
DE EDUCACIÓN FRENTE A LA CORRUPCIÓN EN LA ESCUELA INDUSTRIAL PEDRO DOMINGO MURILLO
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Una vorágine de ideas que, por más buenas que sean, casi con seguridad jamás harán mella en la Escuela |
El deplorable
ambiente de corrupción en el que se mueve la Escuela Industrial Pedro Domingo
Murillo (EISPDM), nace, fundamentalmente, del vacío generado por el
fracaso en la consumación del “SINETEC”,
previsto en la Ley de Reforma Educativa de 1.994.
Hasta esa fecha la
EISPDM y todos los “institutos tecnológicos”, habían venido funcionando como “Sistema
Educativo Nacional de Educación Técnica” SENET (1.978-1.993), una institución
descentralizada y ligada a los intereses de las políticas desarrollistas
vigentes en esa época. Pues bien, dicha Ley la fulminó para dar paso a un nuevo
sistema (el SINETEC), que sin embargo, debido a determinados intereses particulares
de carácter económico, nunca llegó a nacer. La vacante, generada por la
desaparición de dicha subestructura estatal descentralizada, llevó a que se improvise
y se decida, “por el momento”, que de los temas académicos se ocupase el
Ministerio de Educación y del pago de la planilla la ex–prefectura (actual
gobernación). Una decisión que regiría, según dijeron, hasta constituir una nueva
institucionalidad, momento que, sin embargo, nunca llegó. Y así ha venido funcionando desde 1.994.
Para los
entendidos en diseño de sistemas, toda subdivisión de una estructura estatal, necesariamente
debe tener todos sus elementos ligados a la “integridad” del sistema mayor. En
este caso, estando la cabeza del “sistema educativo” a cargo del Ministerio de Educación,
la estructura de una partición suya (lo
administrativo, lo académico y la de la dirección, de la EISPDM), debería ser
solidaria con aquella, única garantía de funcionamiento armonioso del conjunto.
Pero he aquí que a este Ministerio, por más
de 20 años, no le interesa el tema y acepta dirigirla de manera parcial.
¿PUEDE IMAGINARSE
EL DESASTRE QUE ESTA SITUACIÓN CAUSA EN LA ESCUELA?
La principal, es
la constitución de una subestructura clandestina y estable, encargada de
decidir sobre los ítems de la EISPDM. Me refiero a aquél grupo de individuos
que, aprovechándose de sus puestos en las respectivas oficinas del Ministerio
de Educación, de la Gobernación del Departamento de La Paz y de la propia
EISPDM (sindicatos y personas interesadas), deciden de manera solapada sobre el
reparto de los puestos de trabajo, incluidos los de las principales autoridades.
¡Terrible!: Cualquier decisión administrativa asumida, está mediada por esta especie
de “costra” que controla a la “Escuela”. Permítannos señalar algunas.
La principal: Influir
sobre un norte académico anodino, al margen de los intereses del actual Estado
Boliviano. En efecto, mientras la “Agenda
Patriótica 2.025” convoca a la “reducción total de la extrema pobreza” y la
“industrialización”, la Gobernación y el Ministerio están preocupados por la
elección de autoridades para la Escuela, bajo el título de “descolonización”. A
nosotros no nos parece que el tema sea “administrativo”. Poco importa que se
elijan o designen a los mejores profesionales, en los cargos de dirección de la
EISPDM, pues fracasaran necesariamente, al estrellarse contra este poder oculto. En
otras palabras, el nepotismo, el robo, el acoso sexual a las estudiantes, el
tráfico de notas y, lo peor, la inermidad estatal ante las chicanas judiciales,
a las que recurren los docentes denunciados ante la justicia, continuarán. En
este sentido, los exordios de las autoridades del Ministerio de Transparencia,
de la Contraloría y de otras instituciones sociales (juntas vecinales, APIN,
COR El Alto, etc.), así como los reclamos de los propios profesores y
estudiantes de la Escuela, se quedarán en meras palabras.
¿Cómo entender la
actitud de las autoridades del Ministerio de Educación? Ante esta situación, el
Ministerio de Educación, en vez de preocuparse por resolver el asunto, ha
preferido desentenderse, por décadas, del problema y dejar su solución para “un
mejor momento”. Por su desidia, a las autoridades de dicho ministerio, no les queda otra que avalar y defender las constantes tonterías de sus subalternos.
UNA ALTERNATIVA
Estimamos, por las
razones expuestas, que la solución para la Escuela es dirigirla y no simplemente designar nuevas autoridades. No es
un problema administrativo, pues en la “costra”, rebotarán, incluso las
mejores intenciones. Creemos que no se trata de revisar con cuidado y al
infinito, los términos de la redacción de los reglamentos o las convocatorias,
pues las mismas ya llevan insertas el interés oculto por favorecer la “reproducción
social” de esta disfunción sistémica. Insistir, por años y años en que ese es
el fondo, es haberse vuelto parte del problema. Es aceptar, abierta o
solapadamente, las chuecas reglas de juego, reflexionadas y maduradas por
décadas por los deshonestos. El tema es acabar con la “costra” y ésto no pasa por cambiar al rector, sino
de otorgarle una dirección a esta institución, la EISPDM, y luego escoger a los encargados de
ejecutarla.
Para ello - ya lo
dijimos en numerosas oportunidades en nuestro blog “el currículum boliviano” -
lo primero sería unir el currículum de la EISPDM (en realidad el de toda la “educación
técnica”), a los lineamientos de la Agenda Patriótica 2.025 y a la Constitución
Política del Estado que la convoca a “resolver los problemas de la base productiva”
del país (Art. 91/II). Segundo, convertirla en un “centro de innovación
tecnológica” tal como la propia Agenda lo propone y tercero, dada la ineptitud
demostrada por el Ministerio de Educación, fundar una nueva institucionalidad
descentralizada, junto a los otros institutos tecnológicos, pero dependiente esta
vez, del Ministerio de Planificación del Desarrollo.