10 de marzo de 2021

Para Mónica Alcoba

 Me escribe Monica Alcoba:

"Buenas tardes hace unos días intente comunicarme con usted. mi nombre es Mónica Alcoba y creo que es mi tío pues mi tío Aurelio es su papa, y al el lo conocí en mi infancia si desea comunicarse conmigo mi teléfono vía WhatsApp es +46739931294 o mi e mail es moalcoba@gmail.com" 

Gracias por su atención. Saludos

Respuesta: Acabo de enviarte una carta, pero tu dirección no es la correcta. Escríbeme a jalcoba2002@yahoo.com

¿QUÉ ES APRENDER? SEGÚN JHON DEWEY

 


 

COMENTAN NUESTROS LECTORES

16 DE ENERO DE 2021

Buscando en internet encontré este pintoresco blog. La verdad siempre habrá gente negativa y "críticos eruditos" que creen que escribiendo por este medio podrán sentirse mejor con su mediocridad Si creen que pueden hacerlo mejor.. 

Señor@s propongan! Y hagan no es solo escribir y parlotear.. La enseñanza a nivel universitario es investigar en internet porque es es lo que se hace en el siglo XXI ... 

Además se debe generar un criterio propio ya es un nivel superior no es colegio para que el docente los lleve de la mano siempre. Muchas felicidades y una alegría que al menos existan docentes que deciden cambiar e innovar. Si no hay propuestas todas esas criticas inútiles son palabrerios. 

¡Saludos y buen blog!

Palabras del bloguero: Muchas gracias por sus conceptos. Esté atento ya estoy buscando quién edite mi libro: "El litio, un pecado epistemológico boliviano"




9 de marzo de 2021

MI AMIGO FREDDY AMUSQUIVAR ULLOA

Con Freddy Amusquivar Ulloa nos conocimos en el Colegio Experimental Hugo Dávila, el año 1964. En ese entonces esta institución educativa era muy apreciada por ser parte de la obra arquitectónica y pedagógica de los EE.UU. en el país. Sin embargo, en cuanto pudo, el Ministerio de Educación (ocupado ideológicamente por el sindicato de maestros), borró su calidad educativa. Es así que del “aprendizaje experimental” (J. Dewey), sobre el que se basaba el Colegio, se pasó a la tradicional repetición de lo que estaba escrito en los libros o lo que decía el profesor.
Foto tomada en el Colegio. De arriba hacia abajo: Manuel Vaca; Jorge Torrico;
Luís Martínez y Freddy Amusquivar
Como nuestros apellidos (Amusquivar y Alcoba), comenzaban con A, a veces, nos sentábamos juntos, pero de alguna pequeña charla no pasábamos, pues él se arrimaba al grupo de “los muchachos del río” del cual era parte (ver foto) y yo prefería andar con las chicas del curso. Al año siguiente Freddy se salió del Colegio por motivos que nunca quiso rebelarme.
Su seguro serviduro con mis dos compañeritas de curso: Vickky y Vivi
Nos volvimos a encontrar en “Teatro Estudio” en 1969 bajo circunstancias distintas. Él había llegado hasta el templo de Melpómene por su amor a las tablas (si quiere más información al respecto, la epopeya está relatada en su libro “El tropel del grillo”) mientras que yo andaba buscando cultura, como sea. El grupo estaba dirigido por Eduardo Perales Sánchez (Edpersan). Disculpe esta pequeña digresión: Teatro Estudio se caracterizaba por montar obras de carácter vanguardista, razón por la cual fue dos veces premiado (al mejor actor – José Luís Cassis – y al mejor director – Edpersan) pues la Alcaldía Municipal de La Paz apreciaba mucho su labor. Este detalle lo indujimos con Freddy paseando por El Prado. 

Para corroborar lo dicho, la obra en que trabajamos juntos fue “La creación” de Fausto Arellano Guerra, un ecuatoriano curtido en el arte de las tablas. La obra estaba pensada para dos actores y la ejecutamos con mucho cariño, bajo la dirección de Eduardo. Si bien algo sabíamos, diez y seis años más tarde, el 2015, nos dimos cuenta que, de manera algo ingenua, nos habíamos embarcado en la representación de una obra de perfil irreverente y antirreligioso.
Eduardo Perales Sánchez el director de Teatro Estudio
Si quiere ver fotitos de La Creación:
Con Freddy Amusquivar en "La Creación" (foto de Mauro)
La presentación fue del agrado de Fausto y de Mauro (un asilado brasileño en nuestro país que trabajaba como fotógrafo), de manera tal que nos propusieron, a Freddy y a mí, montar “El uniforme vacío” una obra antimilitarista escrita por Fausto Arellano. Era todo un reto, que yo acepté de inmediato pero que Freddy no quiso. Me alejé de Teatro Estudio y formé el “Grupo Teatral Naira”. Bajo la guía de Fausto aprendimos la corriente del “teatro popular”, que pisaba fuerte en América Latina: Gimnasia teatral, preparación del actor y a valernos de nuestros cuerpos para cualquier circunstancia, pues no podíamos contar en que siempre habría siempre un escenario o vestuario.

Por su lado Freddy, que también se había alejado de Teatro Estudio, le metió a fondo a la onda del “teatro popular”, formando grupos por todo lado. Este periplo él lo relata de manera graciosa en el libro ya citado.
La vida nos volvió a reunir el año 2015. Para saciar nuestras ansiedades peripatéticas, nos reuníamos para charlar sobre teatro y pronto aparecimos navegando por el proceloso mar de la sociología y la educación. Leímos a Günder Frank e Immanuel Walerstein. Tampoco escatimamos esfuerzos para rastrillar a fondo todo el Proceso de Pisa, especialmente su batería de test y sus criterios evaluativos. Nos reuníamos dos o tres veces por semana ya sea en un parque o en el Café Universitario. Nos volvimos compañeros.
Freddy Amusquivar, Willy Pérez (Director del Teatro de la UMSA) en el Café Universitario
Sus experiencias educativas en el Colegio Nocturno Germán Busch” fueron nuestra base fáctica de referencia. Discutíamos las obras de teatro que él montaba con los estudiantes, las connotaciones educativas de llevar una clase por una vía o por otra. El afecto que tenía por sus educandos hacía que su rostro se iluminase. De hecho, la primera parte de mi último libro “El litio, un pecado epistemológico boliviano” lo escribí a pedido suyo, pues pensaba utilizar la información en sus clases.
En el Merlan. Una de nuestras ultimas fotos
Hasta que un día, el 30 o 31 de enero del año en curso, mi amigo decidió marcharse para continuar viviendo su rebeldía en el sueño eterno...

7 de marzo de 2021

20 de diciembre de 2020

EL ARTICULO 91 Y LA COMISIÓN DE EDUCACIÓN DEL SENADO


Para el miércoles 16 de diciembre estaba programada la reunión que solicitamos, mediante carta, al Presidente de la Cámara de Senadores. En ella pedíamos la inclusión del Art 91 de la Constitución Política del Estado en la Ley 070 de Educación, quitada por algún siniestro personaje pedagógico que si bien conocía el rédito inmediato de su acción no le importaba sus consecuencias. 

Es evidente que la incorporación de dicho Artículo podría permitir a las instituciones de la Educación Superior Boliviana (universidades e institutos tecnológicos), revivir gracias a la investigación científica que podrían realizar. Pero la inclusión también alcanzaría a la institucionalidad del Estado Plurinacional; específicamente a la Dirección General de Formación Superior Técnica y Tecnológica Lingüística y Artística que dejaría de trabajar fuera de la ley. 


Pero no nos recibió la Comisión sino la Senadora Daly Santamaría y su colaboradora la Dra. Sorca Zeballos a nombre de TODA la Comisión. Sin amilanarnos ante la situación, expusimos nuestro propósito y como resultado salió una santa y burocrática solución, muy parecida a la que sufrió Josef K en “El Proceso” de Franz Kafka. Los firmantes de la carta debíamos redactar un proyecto de ley (de “iniciativa ciudadana”), solicitando al Congreso la inclusión del famoso Artículo 91. 

O sea que a los ciudadanos no les basta estudiar el asunto y denunciar sino que, además, deben reparar por sus propios medios los descuidos en los que el Congreso Plurinacional cayó, a la hora de aprobar la ley en 2010. 

Lo chistoso es que aceptamos de inmediato. 

Queda claro que nuestro “superyó” nos jugó una mala pasada. Nuestro entendimiento fue sustituido por aquella parte de nuestro aparato psíquico que nos hace reverentes al Estado. Nos dimos cuenta tarde. Ahora, ya tranquilos y serenos, estimamos que sería inútil redactar el tal proyecto de ley pues la fuerza social de quienes impidieron su inclusión no podría ser derrotada por dos ciudadanos que ni siquiera se merecieron ser adecuadamente recibidos por una Comisión del Senado.

18 de diciembre de 2020

EL "CENTRO DE REPRODUCCIÓN EMPRESARIAL" DE YLB

 



La Paz 17 de diciembre de 2020 

Señor 
David Choquehuanca Céspedes 
VICEPRESIDENTE DEL ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA 

Presente 

De nuestra mayor consideración: 

Permítanos, por favor, quitarle un poco de su tiempo tanto para alentarlo en su larga lucha política como, al mismo tiempo, proponer un par de políticas dedicadas a la “base productiva” - no a la producción - de nuestro país que estimamos podrían ser útiles. 

Como es de conocimiento público, hoy en día, las industrias estatales como la del litio, la urea o el gas, le rinden al Estado poco provecho. Por su lado la falta de una industria metalúrgica dedicada al cinc, plomo y plata, obliga a las cooperativas mineras a comercializarlos en bruto. Finalmente, los campesinos deben vender sus productos a unos precios muy bajos pues los países vecinos, gracias a la ayuda de su propia tecnología, los producen más baratos.

Esto muestra un país en desventaja ante el desarrollo de la ciencia y la tecnología de nuestros vecinos ni qué decir de las grandes industrias del mundo. ¡Esto, evidentemente, no es gratuito pues existe un interés por que así sea! 

La Constitución Política del Estado tomó algunas previsiones al respecto. Tal el caso del Art 91 que impulsa a que la Educación Superior Boliviana “desarrolle procesos de investigación científica para resolver problemas de la base productiva”. Sin embargo, tal cosa se ha vuelto imposible porque manos ignorantes prefirieron quitar justo ese artículo de la Ley 070 de Educación. Una verdadera desgracia. 


Frente a tales atentados a la “base productiva”, los gobiernos sólo saben del recurso fácil de contratar empresas extranjeras para que resuelvan nuestros problemas, sin pensar que los contratados podrían darnos consejos o soluciones de doble filo. Por otro lado, tampoco conocemos los “contratos llave en mano” que el Estado ha firmado con diversas empresas extranjeras a lo largo de los años. Todo lo que sabemos es que, por lo general, casi siempre existe un artículo que establece que no se puede tocar la tecnología instalada. Así que también por ese lado salimos perjudicados. 

Pensamos, señor Vicepresidente, que la única solución posible es que los bolivianos nos encarguemos de nuestros principales problemas. Para ello habrá que crear la institución precisa que se encargue del asunto. A continuación, explico cómo podríamos lograrlo. 

Me serviré a modo de ejemplo, del caso del Centro de Investigación (CICYT MAT-REB) de la empresa Yacimientos de Litio Boliviano (YLB), que fue diseñado y construido el 2016 y equipado por parte de una empresa china el 2017. 

¡Es lo mejor que tenemos en Bolivia! 

Visión de YLB (Fuente: Documentación oficial)

Pues bien, YLB anunció el 18/10/19 la inauguración en sus instalaciones, del “Primer Instituto del Litio” pero para formar técnicos. Imagínese, colocar la más importante infraestructura científica del país para formar técnicos: ¡Inaudito! 

Necesitamos que se formen en YLB profesionales de muy alto nivel, capaces de asumir responsabilidades del más alto nivel para: 
  • Cuidar que YLB se “inserte en el desarrollo regional, departamental y nacional”. 
  • Arreglar la calidad del carbonato de litio cuando este desmejore. 
  • Alertar a YLB sobre las trampas que las empresas extranjeras plantan en su camino. 
  • Proponer una solución a la falta de mercados para el cloruro de potasio. 
  • Discutir los pros y los contras de los contratos de “riesgo compartido” que YLB y el Estado han firmado. 
  • Diseñar las líneas de investigación del YLB, etc. 
Esto se lo podría lograr si funda en su seno un verdadero “centro de reproducción empresarial” (no una universidad). 

El año 2007 publiqué un texto llamado “Cinco Institutos Tecnológicos para Bolivia” que lo distribuí y expliqué con profusión en los Ministerios y en el Congreso. En él llamaba la atención sobre el hecho que el diseño del famoso “Plan Nacional de Desarrollo” de entonces, no consideraba los respectivos sistemas de “reproducción social” para cada una de las “bolivias”. Es decir que se había planificado su nacimiento sin mayor preocupación por el cuidado de su infancia y juventud. Hoy sucede lo mismo con el “Instituto del Litio”. 

Si se desea “industrializar el litio a través de proyectos industriales integrales, sostenibles y útiles al desarrollo”, si se quieren hacer las cosas en serio, se debe propugnar que sean los propios profesionales bolivianos y bolivianas formados en el seno de YLB sean los que hagan marchar YLB. Eso es lo que en lenguaje técnico se lo denomina “centro de reproducción empresarial”, para que se encargue de cuidar a la semilla y la posterior plantita. el Instituto, 

Inicialmente concebimos esta solución para: La Empresa Vinto; Karachipampa; Mutún, YPFB, etc. y que hoy la hacemos extensiva a YLB que, al parecer, tiene una innegable ventaja sobre las otras empresas nacionales pues sería dueña de la infraestructura científica instala en la población de La Palca - Potosí 

Esto lo mejor de nuestras ideas, ojalá puedan ustedes encauzarlas. Con este grato motivo le reiteramos nuestros mejores saludos: 


Ing. MSc. Jorge Alcoba Arias                     TS. Víctor Arce 

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