Este grupo nació en el Perú. Dos de sus integrantes, hace treinta
años que tocan juntos. Estos jóvenes tampoco le pudieron decir chau a sus raíces
y se dedicaron a andar por las fusas de la música de su país, para crear algo
propio, lo que evidentemente, no les llovió del cielo.
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"Queremos comparti con ustedes nuestra creación" |
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Manongo Mujica |
Ellos proclaman que
desean hacer “funcionar la tradición”, pero no al garete sino “respetándola y
buscando en ella”. Y es verdad, con esfuerzo se distinguen las raíces musicales, que se
siente que están ahí vibrando, pero el arreglo es a veces tan complejo que, en
los arabescos de noche, se los pierde vista.
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Jean Pierre Magnet |
Los que le dan vida a la banda, son el saxo (Jean Pierre
Magnet), y la batería (Manongo Mujica). Aquél tocado a veces suavemente a veces
fuerte, le otorga ese aire de Perú, con el que los paceños y paceñas
catalogamos a la música de esas tierras tan cercanas e importantes para todos
nosotros. En efecto, la prueba está en que no nos perdemos el simpático programa sabatino “Qué tal Perú”.
Por su lado la batería tiene dos componentes,
el instrumento y el batero. Aquél con dos o tres detalles que llamaron la
atención: El uso de mazas para tocar el bombo, el platillo en espiral y uno
otro, chillón. Respecto del hombre, estaba lleno de sorpresas. Apareció
aporreando al instrumento con mazas para, de inmediato cambiarlas por las
sutiles escobillas. A veces tocaba en los bordes de los tambores y cuando llegaba
el turno del percusionista callaba, pero no profundamente, de repente se
desperezaba, con uno u otro ruidito.
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Cesar Ballunbrosio |
En varias de las composiciones, la batería y el bajo fueron
la base rítmica de canciones fuertes. Por su lado el percusionista (Cesar
Ballunbrosio), nos parece que no entregó esta noche, toda su capacidad en el manejo de los
instrumentos, pero que para el baile es un as. Su cuerpo grácil y sus piernas
delgadas, le permitieron regalar al público un solo de sonidos de zapateo bien
logrado.
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Andrés Prado |
El guitarrista (Andrés Prado), fue otro que le gusta hacer
sus buenos solos, siempre desde la distorsión ácida del sonido de su guitarra.
En general, su música es bullanguera pero seria. Es posible que este resultado se deba a la influencia de la riqueza
musical hallada y arreglada con tanta pasión.
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Cesar bailando |
Las composiciones. De entrada nos regalaron un “Salón de
baile”, que retrató los salones de Lima (suponemos), de hace sesenta años. Luego
una ruidosa marinera. Cuando le llegó el turno de cantarle a Chincha, la tierra
de Cesar, el sacó su violín y acomodándolo en su cintura, empezó a tocar “Amador”
(el nombre de su papá), que contagió a todos con su ritmo.
Luego vino “Chincha
Saudita” y por último, el mejor número, un huayno que nos hizo mover los
hombros a todos. Tiene razón Manongo cuando dice: Hemos venido a compartir
nuestra creación con la gente que quiere escucharla”.
¡Bien Perú!
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"Hacemos funcionar lo tradicional" |